Cine e Historia

Cine e Historia

Andrés de Luna

El pasado acumula hechos y los convierte en crónica colectiva. Lo cierto es que el hombre requiere de esta trama, legado que lo traslada a tiempos remotos o que le da una noción de la historia inmediata. Para algunos estudiosos, el pasado se coloca alrededor del individuo para cargarlo de presagios y darle algunos fragmentos de verdad. Esto quiere decir que el hombre puede establecer un diálogo con el porvenir en el momento en que es capaz de comprender y anudar lo que constituye la enseñanza del pasado.

Ahora bien, el pasado, para tener una utilidad y salir de las sombras donde en ocasiones se le tiene resguardado, debe convertirse en un saber histórico cuyos fundamentos sirvan desde las primeras etapas educativas.

Narra la vida en México del emperador y su fusilamiento. Juárez y Maximiliano de Miguel Contreras Torres, México, 1933.
Narra la vida en México del emperador y su fusilamiento. Juárez y Maximiliano de Miguel Contreras Torres, México, 1933.

El pasado es una noción que puede tener multitud de matices. Uno de ellos es la idea legendaria, que confunde y llega a forjar visiones equívocas sobre hechos que tuvieron otra realidad. Para nadie es secreto que se ha hecho un uso abusivo del pasado, por ello es indispensable hacer de la historia un punto esencial y dinámico que permita leer con mayor exactitud los hechos sustanciales que han conformado un país como el nuestro.

Debe dejarse de lado la idea de una historia oficial y otra historia crítica, más aún cuando los estudios actuales son clave para tener una óptica de mayor apertura, en donde cada periodo histórico comporta una manera de describirlo y analizarlo. Esto incluso para estudiantes de niveles iniciales, con más razón para aquellos que han ingresado a la educación secundaria. Resulta caduco hacer del pasado una sucesión de fechas y datos, que son un lastre capaz de impedir el flujo y el reflujo de una historia que debe ser materia viva, en donde caben y circulan un núcleo de ideas, incluso algunas contradicciones.

Melodrama ambientado en los tiempos de Maximiliano y los grupos juaristas. Sentencia de Emilio Gómez Muriel, México, 1949.
Melodrama ambientado en los tiempos de Maximiliano y los grupos juaristas. Sentencia de Emilio Gómez Muriel, México, 1949.

El estudiante poco a poco compone y recompone las imágenes de una historia en donde él está involucrado, en ocasiones de manera directa cuando se trata del saber histórico nacional, y como individuo ligado a las civilizaciones antiguas y al devenir moderno.

Además, el historiador de hoy cuenta con un inmenso archivo, forjado a lo largo de siglos de luchas y combates, de cambios sustanciales que constituyen hitos. Los maestros deben considerar que la historia es importantísima para trazar un marco de referencia, una ubicación en la cronología del mundo y del país.

En estos días contamos con una gran afluencia de datos, libros de toda índole y una serie de fuentes que hacen visible lo que antes parecía oculto entre las telarañas del pasado. En estos tiempos de computadoras e internet, de grandes bibliotecas y de métodos y sistematizaciones, lo que le queda al profesor es encontrar las vertientes que le permitan transitar por la historia con las herramientas necesarias para construir una mirada lúcida que además tenga interés para él y los educandos.

Los primeros años de Benito Juárez y los acontecimientos sociales en su natal Oaxaca. El joven Juárez de Emilio Gómez Muriel, México, 1954.
Los primeros años de Benito Juárez y los acontecimientos sociales en su natal Oaxaca. El joven Juárez de Emilio Gómez Muriel, México, 1954.

El historiador de nuestros días cuenta con técnicas auxiliares que le permiten establecer un contexto. Luigi Pirandello, dramaturgo italiano, encontraba que “un hecho es como un saco: sólo se sostiene si metemos algo dentro”. Así, la historia ha adquirido una definición apropiada en la medida en que somos capaces de explicar las continuidades, los cambios y las rupturas sociales que se suscitan a lo largo del tiempo. Esto constituirá un elemento que permita avanzar en el conocimiento histórico. Nunca debe perderse de vista que los hechos están sustentados en los líderes, los jefes, los jerarcas, pero sobre todo están los pueblos que han contribuido con sus esfuerzos y sus luchas para conseguir la expulsión de los conquistadores, la independencia y el establecimiento de una determinada ideología.

Por otro lado, una historia fácil, cómoda, sólo vería los nombres fundamentales sin detenerse a razonar en la masa que apoya, combate, hace uso de la suma de sus fuerzas y se coloca en el punto esencial de los hechos. Esto habla de una historia social. El estudiante debe tener claro que las nociones que se le explican y que se apoyan en los libros de texto son una parte de la gran aventura humana que significa cada periodo, sólo de esa forma entenderá que aún es difícil entender en términos cabales lo que ocurrió en las guerras chichimecas o lo que eran las ideas independentistas. Estamos involucrados en un proceso en el cual los profesores seleccionan datos, pues pocas veces tendremos la vastedad de información que nos permita hacer una descripción pormenorizada de los hechos. Eso sería impensable, sobre todo si se ubica que los acontecimientos siempre reportan una complejidad que sobrepasa al estudiante de educación primaria o al de secundaria. Lo que hace el maestro en estos niveles es entregar una síntesis que rompe el silencio sobre tal o cual periodo; esto hace que el estudiante quede listo para una información de mayores alcances en el momento en que logre interpretar y observar con detenimiento aquello que llega de una selección de datos, que se incrementará al pasado de los niveles educativos.

Escenarios y costumbres de la región maya y su colonización. La noche de los mayas de Cirano Urueta, México, 1939.
Escenarios y costumbres de la región maya y su colonización. La noche de los mayas de Chano Urueta, México, 1939.

Más que nunca, la historia debe elevarse por encima de las generalizaciones y mistificaciones del pasado; lo principal es crear una conciencia histórica, un motivo que logre ir de tiempos remotos al presente. Este viaje es siempre riesgoso y supone una claridad en el manejo de las informaciones. Es obvio que el libro de texto debe contener todas las llaves que permitan abrir la puerta y atisbar lo que es historia y sociedad, sin descuidar otros aspectos en torno al pasado.

Otro momento importante en el aspecto educativo es el uso de las imágenes fílmicas. Es importante mencionar que la recreación histórica es compleja y supone una actitud rigurosa. Baste relatar una anécdota en la historia de la pintura: Albrecht Altdorfer, un artista del Renacimiento alemán que viviera en la ciudad de Ratisbona, fue encomendado en 1528 por las autoridades de la zona del Rhin, para ejecutar el lienzo La batalla de Iso, en donde Alejandro el Magno derrota al monarca persa Darío III. Para preparar al pintor se le entregaron varios volúmenes con los textos de los historiadores romanos, ahí estaban las obras de Lucano entre otros. Disciplinado, el hombre leyó durante semanas este material. Luego se dio a la tarea de realizar el cuadro. El resultado es espectacular y la antigua pinacoteca de Munich lo tiene en su poder. Nada más habría que advertir algo: el combate se libró en el Medio Oriente y el artista se sitúa en un paisaje alpino. La batalla de Iso está impregnada del presente de Altdorfer; las incongruencias históricas en armas, uniformes y toda clase de utensilios se debe a que el pasado era ajeno a una idea de reconstrucción histórica. Por ello, el maestro debe tener en cuenta que en un buen número de cintas, los decoradores, modistas e incluso guionistas y realizador olvidaron aspectos esenciales que debieran tener.

Fin del imperio maya y su colonización española en el siglo XVI. Chilam Balam de Íñigo de Martino, México, 1955.
Fin del imperio maya y su colonización española en el siglo XVI. Chilam Balam de Íñigo de Martino, México, 1955.

El estudioso Marc Ferro, autor de varios tomos dedicados a los nexos entre historia y cine, refiere que “El cine no había nacido aun cuando la historia adquirió sus hábitos, perfeccionó su método, dejó de narrar para explicar”. Después dirá: “partir de la imagen, de las imágenes. No buscar sólo en ellas ilustración, confirmación o desmentido de otro saber y el de la tradición escrita. Considerar las imágenes tal cual, aunque sea para invocar otros saberes, para captarlos mejor… Queda por estudiar el cine, asociarlo al mundo que lo produce. ¿La hipótesis? Que el cine, imagen o no de la realidad, documento o ficción, intriga auténtica o pura invención, es Historia; ¿el postulado? Que lo que ha acontecido, las creencias, las intenciones, lo imaginario del hombre, es tanto la Historia como la Historia… Aquí se observa al cine, no como obra de arte, sino como producto, imagen-objeto, cuyas significaciones no son solamente cinematográficas. Vale por lo que atestigua. Así el análisis no se refiere necesariamente a la obra en su totalidad; puede apoyarse en extractos, buscar series, componer conjuntos”.

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