Archivo de la categoría: Atisbo a los inicios del cine en Toluca (1896-1910)

Partes que conforman un estudio, aún en curso, centrado en el cine mudo proyectado, producido o filmado en Toluca entre 1896 y 1930.

Nuevo libro sobre los inicios del cine en Toluca

Finalmente vio la luz la primera parte de mi investigación:

Portada Atisbo a los inicios del cine en Toluca

El cine mudo en Toluca, 1896-1900

El cine mudo en Toluca, 1896-1900

ANTECEDENTES

El presente ensayo, génesis de una investigación en curso que abarca hasta 1910 y, si es posible hasta 1930, obedece a mi interés por la historiografía cinematográfica mexicana, en especial la etapa muda del fenómeno. Estudiar e investigar los inicios del cine en México, del que fue iniciador Aurelio de los Reyes y continuaron ese interés Leal, Barraza, el periodista Sánchez García, Dávalos, Miquel, Barbachano, y González Casanova, así como otros varios historiadores locales, que amparados e influenciados por la microhistoria Gonzaliana han desmenuzado madejas documentales en archivos locales; polvosos, desordenados y mal clasificados, pero siempre ricos en información para el ojo acucioso del investigador. Es a partir de la publicación de los estudios pioneros de Gabriel Ramírez, El cine yucateco; de Julia Tuñón, Historia de un sueño. El Hollywood tapatío y el perteneciente a Guillermo Vaidovits, El cine mudo en Guadalajara, que la microhistoria cinematográfica toma carta de naturalización dentro de la historiografía nacional. Por mucho tiempo se contempló al cine nacional como una industria con sede en la capital de la república, sin embargo a partir de los años noventa los estudios locales comienzan a tomar auge: Cine Tropical. Notas para una historia del cine en Mazatlán, 1897-1926 de Marco Antonio Lugo, Esplendor y ocaso de las salas de cine en Sinaloa de Jorge Briones Franco, El cine mudo en Chihuahua de Alma Montemayor y cierra el estudio regional de Norma Iglesias, Entre yerba, plomo y polvo. Lo fronterizo visto por el cine mexicano. Más reciente es La mirada desenterrada. Juárez y El Paso vistas por el cine (1896-1916) de Willivaldo Delgadillo y Maribel Limongi. Dentro de la tradición historiografía que instauró don Luis González y González con su clásico Pueblo en vilo, Eduardo de la Vega Alfaro compiló una serie de ensayos de microhistoria cinematográfica regional que abarcan toda la geografía del país. Como resultado del I Coloquio de Historia del Cine Regional en México que se llevó a cabo en Guadalajara se publicó Microhistorias del cine en México. De interés local es la investigación incluida en el libro anterior que tiene como tema de estudio nuestro estado y de la autoría de Cuitláhuac Martín Gómez Salinas, De la pantalla a la vida cotidiana: exhibición cinematográfica en Tenango del Valle, Estado de México (1927-1989). Basado más en entrevistas personales que en material hemerográfico o bibliográfica logra una bien estructurada lectura de lo que el cine significó para los habitantes de esa ciudad y cómo modeló muchas de sus actividades, aunado a la memoria histórica que les construyó. Por lo que respecta a otros estudios previos que privilegien el cine como fuente de estudio histórico en el Estado de México existen dos breves ensayos aparecidos en Castálida, revista del Instituto Mexiquense de Cultura, uno en 2005 titulado Actividades en el Cine Coliseo Revolución, 1939-1949 escrito por José Alfredo Germán Islas y el otro de Alfonso Sánchez Arteche Llega el cine a Toluca en 1994. La investigación histórica enfocada al fenómeno cinematográfico en el Estado de México, en especial al período mudo, es una veta virgen que necesita de historiadores que escarben en los archivos e interpreten los documentos para enriquecer el acervo histórico de Toluca y, por ende, el del Estado de México.

EL CINE LLEGA A MÉXICO

            Es 1896 y México tiene poco menos de doce millones de habitantes y la ciudad capital no pasa del medio millón. Xochimilco, Mixcoac, Coyoacán y demás poblaciones aledañas a la capital no son más que pequeños pueblos polvorientos, salvo Tacubaya, villa preferida de la élite porfirista como reducto de descanso. Porfirio Díaz está a punto de iniciar su cuarta reelección en la presidencia y el general Felipe Berriozábal es ministro de Guerra. El canal de la Viga es el afluente fluvial más transitado del valle de México y lugar por el que llegan las frutas, legumbres y demás bienes al centro de la ciudad: La Merced y Jamaica los mercados principales. Las calles más emblemáticas de la ciudad son Plateros, La Profesa y San Fernando hoy conocidas como Avenida Madero. La casa de los azulejos es el Jockey Club.

Es el año de la llegada del Cinematógrafo Lumière a México. En agosto de ese año se anuncia en la prensa capitalina la presentación de dos aparatos ópticos que en las postrimerías del siglo XIX iban a iniciar la globalización del mundo. El cinematógrafo de los hermanos Augusto y Luis Lumière proveniente de Francia y el vitascopio del inventor norteamericano Thomas Alva Edison. Sin embargo, si nos atenemos a la posición de Juan Felipe Leal, la llegada del cine a México se sitúa en 1895 con la introducción del kinetoscopio de Edison, pues argumenta, y con mucha lógica, que las anteriores bases historiográficas:

“…cedieron a la seducción de la cultura porfiriana, afrancesada y centralista. Según esa visión, el primer cine mexicano es determinado por las acciones de los emisarios de los hermanos Lumière y por las actividades cinematográficas efectuadas en la capital de la República.”(Leal, 2006a, p. 15)

Ya Edison en 1895 nos había enviado el kinetoscopio, aparato que consta de una caja “con la película arollada en una banda sin fin, que circulaba entre una fuente luminosa y el ocular de la parte superior por donde individualmente se disfrutaban las vistas.”(Leal, 2006a, p. 78)

Edison's kinetoscope
El kinetoscopio de Edison

En 1895 con el kinetoscopio como antecedente directo del cinematógrafo, se exhiben en México 33 vistas. Un alto porcentaje de las vistas hechas para el kinetoscopio se adaptaron posteriormente al vitascopio, siendo que la producción de alguna manera se heredó. Como ahora se reeditan en CD los viejos discos de acetato. Pues bien, en 1895 se exhibieron en México 33 vistas, todas filmadas en el “Black Maria”, primer set construido especialmente para la producción fílmica y producidas por la Edison Manufacturing Company. Tres intérpretes eran mexicanos, aunque integrantes del Buffalo Bill’s Wild West Show, Vicente Oropeza aparece en Champion Lasso Thrower (Lazador mexicano) y Pedro y Demetrio Esquivel escenifican Mexican Knife Duel (Duelo mexicano a cuchillo). (Leal, 2006a, pp. 139-141)

Las dos vistas que más impresionaron al público fueron la de los “obreros herreros” filmada en 1894 (Blacksmith Scene) y “la serpentina” (Annabelle Serpentine Dance), ambas filmadas en el “Black Maria”, nombre con que se conoció el estudio que Edison construyó en West Orange, New Jersey. La serpentina causó asombró, pues fue coloreada fotograma por fotograma y daba la impresión de estar filmada a color. (Leal, 2006a)

Los representantes de los hermanos Lumière, Fedinand Bon Bernard y Gabriel Veyre, quienes habían llegado al país a fines de julio después de un viaje de cinco días por tren desde Nueva York, alquilaron al General Berriozábal el entrepiso de la segunda Calle de Plateros No. 9 arriba de la “Droguería Plateros” (hoy existe un restaurante), para la primera exhibición pública del nuevo invento. Se celebró el 14 de agosto de 1896 con el siguiente programa: La Destruction des mauvaises herbes (Unas aldeanas quemando paja), Baignade en mer (Bañadores en el mar), Charge de cuirassiers ( Una carga de coraceros), Le Repas de bébé ( La comida del niño), Comitiva imperial en Budapest, La Démolition d’un mur (Demolición de una pared), 96e de ligne en marche (Desfile del 96º regimiento de línea), Querelle enfantine (Disgusto de niños), Enfants jouant aux billes (Juegos de niños), Partie d’ecarté (Jugadores de ecarté), L’Arrivée d’un train á La Ciotat (Llegada del tren), Montagnes russes sur l’eau (Montañas rusas naúticas), Place des Cordeliers (Una plaza de Lyon), Arroseur et arrosé (El regador y el muchacho), Sortie d’usine (Salida de los talleres Lumière en Lyon) y Bassin des Tuileries (Las Tullerías de París). Hubo una función privada en el Castillo de Chapultepec para el General Díaz, su familia y algunos íntimos, ocho días antes, el jueves 6 de agosto. (Leal, 2006b, pp. 165-177)

Mientras que el Cinematógrafo Lumière se proyectaba a pocos metros del zócalo, en el Teatro-Circo Orrin de la plazuela de Villamil — hoy se encuentra allí el Teatro Blanquita — se instalaron los emisarios de Edison con su vitascopio, aparato similar al cinematógrafo.

Como se podrá constatar la competencia comercial entre franceses y estadounidenses fue cotidiana durante los inicios del cine. Quien más ganaba era el espectador ya que podía admirar vistas europeas y americanas y como no existían problemas lingüísticos que impidieran entenderlas, todo mundo las admiraba. No en balde podemos considerar al cinematógrafo como el primer fenómeno social de repercusiones globales. La imagen como portadora del mensaje exime al espectador de una interpretación lingüística. El lenguaje, por ser el cine mudo, carece de sentido, por lo que la imagen unifica al espectador que no requiere de explicaciones verbales. “Una imagen dice más que mil palabras”, reza el refrán.

Simultáneo a los kinetoscopios, en 1895 aparecerán también las proyecciones de vistas fijas en las ciudades de México, Guadalajara y Veracruz. Aquí es interesante diferenciarlas de las motion pictures, término utilizado en la actualidad para referirse al cine. “La proyección de las transparencias o vistas fijas se llevaba a cabo por medio de ‘linternas mágicas’, aparato óptico con bastante historia, antecedente directo de los proyectores de transparencias de hace una treintena de años. (Leal, 2006a, p. 105) Hubo dos compañías que explotaron las vistas fijas: Lorenzo Trujillo Marín y los señores Hentado y Beltrini. El primero con un establecimiento inaugurado el 8 de abril de 1895 y situado en la “Calle 1ª de San Francisco núm. 1, Esquina á Gante” (Leal, 2006a, p. 109) y los segundos en el Salón de Variedades de Santa Clara número 12 que abrió sus puertas el domingo 12 de junio. (Leal, 2006a, p. 111) Durante ese año se exhiben 30 series de vistas fijas y Trujillo Marín comercializa 17 de ellas bajo el nombre de Exposición Imperial. Consiste el espectáculo en mostrar en pantalla,  fotografías fijas de lugares tan distantes entre sí como Tierra Santa, Túnez o Moscú. La primera noticia sobre la llegada del cine a Toluca consiste en una noticia aparecida en la Gaceta de Gobierno sobre este espectáculo.

La primeras tres películas rodada en suelo mexicano, pero nunca exhibidas en México, fueron filmadas, la primera, por Enoch Rector, socio de la Kinetoscope Exhibition Company, quien durante febrero de 1896 filmó una corrida de toros en la plaza de San Pablo de Ciudad Juárez; le siguieron Bullfight (Corrida de toros)  y Drill of the Engineer Corps (Desfile de un grupo de maquinistas) filmadas en la ciudad de México durante marzo de 1896 por Gray Latham y Eugène Lauste.(Leal, 2006a)

            Los enviados de los Lumière, Gabriel Veyre y Ferdinand Bon Bernard, filmaron varias escenas en México a pocos días de haber llegado. Las primeras vistas mexicanas son: Exercice à la baïonêtte (Alumnos de Chapultepec con la esgrima del fusil), Marché indien sur le canal de la Viga (El canal de la Viga), Scène aux bains Pane (Escena en los baños Pane), Le Géneral Díaz et sa famille en promenade (Un grupo en movimiento del general Díaz y algunas personas de su familia), Le Président en promenade (El señor Presidente de la República paseando a caballo en el bosque de Chapultepec). Las primeras cuatro vistas se proyectaron en el Castillo de Chapultepec el 23 de agosto de 1896 y la última el 27 del mismo mes en el mismo lugar. (Leal, 2006b) Junto con estas vistas nacionales se proyectaron otras filmadas en Europa para complementar el programa. Es obvio que filmar personajes públicos redituaba, a la par que permitió a Vayre y Bon Bernard acercarse a personas famosas que les iban a abrir puertas para acrecentar su negocio. También es notorio que la vista del canal de la Viga se titule “mercado indiano” pues era la forma de mostrar aspectos folklóricos y exóticos para los públicos europeo y americano.

            Durante ese año, 1896, se filman 39 vistas en nuestro país y de ellas once tienen al Presidente Díaz como personaje central. El General Díaz entrando o saliendo del Castillo de Chapultepec, caminando o en carruaje, sólo o con sus ministros. Personajes públicos, el gobernador de Palacio, Carmen Romero Rubio de Díaz o los literatos más conocidos son filmados y posteriormente las vistas proyectadas en el Castillo de Chapultepec o en los Bajos del Hotel de la Gran Sociedad en la Calle del Espíritu Santo núm. 4 en la Ciudad de México (hoy Isabel la Católica), lugar a donde se muda el cinematógrafo después de permanecer en la Calle de Plateros por un par de meses.

            Guadalajara es la segunda ciudad del país que recibe el nuevo invento y además Veyre y Bon Bernard  filman en Atequiza, Jalisco varias vistas folklóricas entre las que destacan Lassage d’un boeuf sauvage (Lazamiento de un buey salvaje), Lassage d’un cheval sauvage (Lazamiento de un caballo), Danse Mexicaine (Danza mexicana) que son proyectadas el 12 de noviembre de 1896 en el Liceo de varones en Guadalajara. (Leal, 2006b)

            Estudiantes, campesinos, vaqueros, la comunidad española, corridas de toros, peleas de gallos, grupos indígenas, escenas costumbristas y sitios de interés completan las vistas que en aquel lejano 1896 se filmaron y proyectaron en México. La importancia del cinematógrafo como vehículo de difusión de la imagen del poder quedó patente al ser el Presidente Díaz, como actor involuntario, y el Castillo de Chapultepec, acondicionado como sala de cine, el personaje y el sitio de difusión del nuevo invento. Porfirio Díaz entendió a cabalidad el significado del culto a la personalidad y utilizó el cinematógrafo para difundir su imagen.

EL CINE EN TOLUCA, 1896-1900

            El Distrito de Toluca en las postrimerías del siglo XIX cuenta con 114,196 habitantes según el censo de 1895 y para 1900 tiene 130,018 de los cuales 23,638 viven en la Cabecera del Distrito (Censo, 1900) En la Gaceta del Gobierno. Periódico Oficial del Estado de México, única publicación periódica en Toluca durante el último lustro del siglo XIX localizable hoy, existen datos fidedignos sobre la llegada del cine a Toluca, por desgracia las notas o noticias referentes al cinematógrafo son casi inexistente, no obstante en la página 5 de la mencionada publicación, el 8 de agosto de 1896 aparece una noticia dentro de la sección Noticias del Estado que incluye otras notas: Cambio de jefes políticos sobre los nuevos reemplazos en Lerma, Otumba y Sultepec, El Sr. Ricardo Rode  que fue designado Prefecto General del Instituto Científico y Literario y finalmente Para el Museo Nacional donde se comunica el regalo que don Benito Juárez Maza, hijo del Benemérito, hizo al Museo Nacional.

“ESPECTACULO AGRADABLE É INSTRUCTIVO

Acaba de llegar á esta Ciudad la Compañía Anglo-Americana de exhibiciones, que con tan buen éxito ha sido recibida en la Capital de la República.

La Compañía de que se trata exhibe por medio de un aparato enteramente moderno, vistas de todas partes del mundo: monumentos, episodios históricos, bíblicos, etc., etc., causando una ilusión completa, puesto que pueden verse del tamaño natural.

            Los espaciosos salones del Hotel del León de Oro se han arreglado convenientemente y hasta con lujo. Se ha introducido el alumbrado incandescente y las exhibiciones tendrán lugar todos los días de 6 á 11 p.m. á contar de esta fecha, durante un mes.

            Como el espectáculo en cuestión, es no sólo objeto de recreo sino á la vez instructivo para niños y adultos, de esperarse es que nuestra culta sociedad lo visite con frecuencia, pues el precio está al alcance de todas las fortunas.” (Gaceta de Gobierno, 8/VIII/1896)

Sin firma aparece una noticia “Espectáculo agradable é instructivo” que menciona a la compañía Anglo-Americana de exhibiciones. Por la fecha, 8 de agosto y la empresa involucrada, no puede ser el cinematógrafo Lumière. Dos días antes se presenta por primera vez en el país en una función privada para el general Díaz en el Castillo de Chapultepec y seis días después se da la primera función pública en la Ciudad de México. El “aparato enteramente moderno” nos muestra “vistas de todas partes del mundo: monumentos, episodios históricos, bíblicos, etc., etc.,” que “pueden verse del tamaño natural” Las linternas mágicas comenzaron a utilizar proyectores estereoscópicos que daban la impresión de tercera dimensión y el espectáculo más famoso de esta clase fue la Exposición Imperial (Kaiser Ausstellung) que entre 1895 y 1900 recorrió todo el país, motivando la admiración general.” (Leal, 2006a, p. 109) En un anuncio publicado en la Ciudad de México en julio de 1895 presume dictámenes de Mr. Sadi-Carnot, Presidente de Francia, del Iltmo. Sr. Próspero María de Alarcón y Sánchez de la Barquera, Arzobispo de México y del Sr. Don Pedro Rincón Gallardo, Gobernador del Distrito Federal. El precio del abono para diez series es de dos pesos, pero hay entrada eventual para cada serie por 25 centavos. (Leal, 2007a, p. 112-113)

El empresario no puede ser otro que Trujillo Marín pues es quien explota el espectáculo de vistas estereoscópicas en la capital del país. Los cambios al Hotel del León de Oro donde “se ha introducido el alumbrado incandescente” son para tener una atmósfera brumosa que magnifica la calidad de las imágenes en la pantalla. Las vistas de todas partes del mundo corresponde al catálogo de las vistas fijas, ya que el acervo fílmico hecho para el kinestospcopio, como vimos anteriormente, fue filmado en el “Black Maria”  y producido en su totalidad por Edison, y son las primeras, las que ofertan lugares lejanos de todas partes del mundo: Egipto y el río Nilo, Revista del ejército alemán por el Emperador Guillermo II en honor del Rey de Italia y El Puerto de Hamburgo y sus alrededores, Roma y el Vaticano, Funerales de Mr. Sadi-Carnot en París, Presidente de la República Francesa, asesinado en Lyon son algunos de los títulos de las series que conforman la Exposición Imperial exhibidos durante 1895 por Trujillo en México. (Leal, 2006a, pp. 159-172) Los socios Hentado y Beltrini presentan su espectáculo en Guadalajara durante noviembre, y es poco probable que hubieran parado en Toluca, pues no representaba un mercado redituable y Guadalajara era un mercado mucho más atractivo para sus expectativas económicas.

Existe en el archivo municipal de Toluca una licencia otorgada al Sr. L. Trujillo Marín en 1898 para exhibir el Cinematógrafo Lumière y la Exposición Imperial. (AHMT, Diversiones públicas) Ahora bien, es muy probable que habiendo visitado Toluca en 1896 regresara un par de años después, ya conociendo el mercado. Así que “las exhibiciones [que] tendrán lugar todos los días de 6 á 11 p.m. á contar de esta fecha, durante un mes” estén compuestas por las mismas vistas fijas del espectáculo que presentó en la ciudad de México, Exposición Imperial, ya que dos años después insiste con el mismo programa, aunque como complemento del cinematógrafo. Todo apunta a que Trujillo alquilo el Hotel del León de Oro por un mes, al igual que lo hizo en México durante el período abril-julio de 1895 para presentar las mismas vistas. Tiene lógica considerar que el empresario de vistas fijas de 1896 sea Trujillo, quien conocedor ya de la ciudad, la considera un mercado redituable. Tampoco es descabellado concluir que Trujillo tuviera otro tipo de negocios que complementaba con presentaciones de cine. El redactor de la nota termina con una apología educativa del espectáculo y la invitación para toda clase de economías dándole seriedad y un aire docto al evento.

Las diversiones públicas al doblar el siglo XIX consisten mayormente en peleas de gallos y carreras de caballos. Las ferias, especialmente la de El Carmen, son las fiestas populares por excelencia. El circo y algunas carreras de bicicleta organizadas por la élite económica local son otros entretenimientos que la población disfruta. Los espectáculos culturales, teatro y opera se escenificaban en El Teatro Principal ubicado sobre la calle de La Libertad, hoy Avenida Hidalgo, que fue demolido para construir el Cine Rex. Su historia se remonta a mediados del siglo XIX cuando José María González Arratia, siendo Presidente Municipal decide su construcción siguiendo aquellos lineamientos del Teatro Principal de la Ciudad de México. Se inaugura en 1851 teniendo “600 butacas, palcos, plateas y galería, en armoniosa vista con el decorado interior.” (Zárate, 1980) Desde esa fecha el Principal, como se le conocía popularmente, albergó múltiples y variados eventos: óperas, zarzuelas, obras dramáticas y cómicas, variedades y novedades europeas, conciertos y hasta espectáculos de prestidigitación, hipnotismo y adivinación. En su escenario nuestros bisabuelos se admiraron con las actuaciones de Virginia Fábregas; y es en este entorno artístico que se expide el siguiente oficio por parte del Ayuntamiento de Toluca:

Alfredo Ferrat
Alfredo Ferrat

“Esta Presidencia Municipal ha concedido licencia el Sr. Eduardo Hervet para que en las noches de hoy y de mañana, exhiba un Cinematógrafo Lumiere, en el Teatro Principal de esta Ciudad.

Tengo el honor de comunicarlo á esa Jefatura Política para su superior conocimiento, manifestándole que hoy le corresponde presidir la función de que se trata, al C. Regidor Miguel Solalinde y mañana al de igual clase Adolfo Pando Ballina.

Libertad y Constitución. Toluca, Julio 2 de 1898

Ferrat (rúbrica)” (AHMT, diversiones públicas)

Autorización a favor de Eduardo Hervet para exhibir el cinematógrafo en Toluca fechada el 2 de julio de 1898
Autorización a favor de Eduardo Hervet para exhibir el cinematógrafo en Toluca fechada el 2 de julio de 1898

Existe un vacío documental en el archivo municipal en el ramo de  “diversiones públicas”. Los legajos correspondientes a 1895, 1896 y 1897 andan extraviados. Lástima, pues mi hipótesis de que fue Lorenzo Trujillo Marín el empresario que trajo las vistas fijas en 1896 hubiese podido ser cotejada de existir la documentación relativa a licencias, permisos, pagos, multas o exención de impuestos para esos años. Por lo mismo no es posible saber con certeza si la licencia expedida al Sr. Eduardo Hervet el 2 de julio de 1898 fue la primera para un espectáculo cinematográfico, pero a diferencia de la especulación, la licencia para exhibir el Cinematógrafo Lumière en el Teatro Principal se puede considerar la primera exhibición de cine en Toluca. El invento ya tenía casi dos años en México pasmando a todo mundo y dudo mucho que algún otro empresario trotamundos no hubiese visitado Toluca antes del Sr. Hervet. Otra hipótesis a verificar.

            Para la historiadora Margarita García Luna, “[e]n este teatro también se presentó el cinematógrafo Lumiére y del 17 al 20 de marzo de 1898 se dieron funciones diarias de cine mudo, preámbulo quizá del destino del teatro.” (García Luna, página web) Sin embargo no especifica su fuente y no encontré en el archivo municipal documento que lo corrobore.

Eduardo Hervet es el mismo empresario que en marzo de 1899 presenta en el Teatro Colón de Mérida, Yucatán La passione de Gesú (La pasión de Cristo), aunque es mencionado sólo como Hervet (Leal, 2007, p. 146) y es el mismo que presenta el Cinematógrafo Lumière en el Teatro Principal de Toluca durante todo el mes de julio de 1898. Tenemos la licencia que se le otorga para presentarlo los 2 y 3 de julio. Pero adicionalmente, aún sin tener las subsiguientes licencias para el mes, conocemos los oficios del municipio asignando a los diversos regidores las diversiones públicas a las cuales deben asistir y presidir. Durante el mes de julio hubo 13 funciones, dándose función doble, tarde y noche, los días 10, 17 y 25, que son domingo. Las funciones nocturnas y únicas corresponden a 2, 3, 5, 7, 12, 19 y 21 de julio. De los regidores que asistieron para presidir el espectáculo listamos a Miguel Solalinde, Adolfo Pando Ballina, Manuel Alcocer, Maximiliano Álvarez, Gabino Romero, Gabriel Durán, Alfredo Ferrat y Santiago Graf. Salvo Pando, Ferrat y Graf todos presidieron en dos ocasiones las funciones. No sabemos todavía cuáles vistas se proyectaron, pero de lo que sí estamos seguros es del público al que iba dirigido el espectáculo. No en balde es el Principal, el teatro escogido para presentar el Cinematógrafo Lumière. “Coliseo” toluqueño al que habitualmente asiste la élite.

Los dos Regidores que presidieron las dos primeras funciones mencionadas arriba, Miguel Solalinde…

“…era un ingeniero de mérito encargado de trazar uno de los primeros planos de la Toluca moderna; en el año que

Miguel Solalinde
Miguel Solalinde

nos ocupa era cuarto regidor, responsable de las comisiones de policía, de aseo y ornato, de mejoras materiales, aguas, atarjeas y salubridad; por su parte, el señor Pando Ballina, quinto regidor, tenía a su cargo las de alumbrado, relojes, coches y carros.” (Sánchez Arteche, 1994)

El firmante, Alfredo Ferrat es un “próspero comerciante y segundo regidor, con las comisiones de mejoras materiales, paseos, festividades nacionales y banda de policía.” (Sánchez Arteche, 1994)

Hay dos documentos más de 1898, uno, la licencia otorgada a Trujillo Marín, de la que se habló párrafos arriba, fechada el 15 de octubre donde la “Presidencia Municipal há concedido licencia al Sr. L. Trujillo Marín para exhibir en los Salones del Centro Cosmopolita, varias noches, el Cinematógrafo Lumière y la Exposición Imperial, siendo la primera exhibición esta noche.” Trujillo sigue explotando las vistas fijas, pero ahora son complemento a las vistas del Cinematógrafo Lumière. Una nota aparecida en la Gaceta de Gobierno el 15 de octubre nos habla de la Exposición Imperial, omitiendo cualquier comentario respecto al cinematógrafo. Las razones pueden ser varias que expliquen el desdén del reportero hacia el cine; desde  el desconocimiento  del invento y sus cualidades,  hasta el franco desprecio por un invento que era más visto como “novedad científica” que como diversión pública. La nota dice: (mantengo la ortografía y sintaxis originales)

Exposición Imperial Kaiser Ausstellung en la Gaceta de Gobierno del 15 de octubre de 1898
Exposición Imperial Kaiser Ausstellung en la Gaceta de Gobierno del 15 de octubre de 1898

“EXPOSICIÓN IMPERIAL KAISER AUSSTELLUNG.

Esta noche se efectuara el estreno del espectáculo “Exposición Imperial” en el salón bajos del Centro Cosmopolita.

La serie escojida por la Empresa Trujillo Marín, para su presentación, se intitula, Sevilla y una corrida de toros, 25 escenas admirables, que con seguridad dejarán satisfecho al gusto más exigente en materia de arte.

Llamamos la atención del público, con especialidad, á las escenas que representan los interiores de los jardines del Palacio de San Telmo cuyo ilusión es completa.” (Gaceta de Gobierno, 15/X/1898)

 No sabemos el precio por función, ni la cantidad de funciones efectuadas, así como tampoco la importancia que le dio el público toluqueño al nuevo invento óptico. Si nos atenemos al precio que Trujillo cobró en su establecimiento de la Calle de San Francisco donde la entrada costaba 25 centavos, el precio en Toluca pudo ser el mismo, sin embargo al complementarlo con el Cinematógrafo Lumière, el precio fuera mayor. (Leal, 2007a) El otro documento emitido el 24 de noviembre de 1898 es una exención de impuestos municipales que “ha tenido a bien disponer” el  C. Gobernador a la empresa del Cinematógrafo Lumière por la función efectuada el domingo 20. No menciona el nombre del empresario ni las vistas proyectadas, tan sólo que la exención fue para una función, sin embargo es dudoso que un empresario diera una sola función, pues ello no era redituable en el aspecto económico. Las exenciones impositivas municipales frecuentemente se otorgaban por función, como veremos más adelante.

Tenemos en 1898 que nos visitan al menos dos empresarios itinerantes cargando el invento llamado cinematógrafo Lumiére y un anónimo empresario en noviembre.  Eduardo Hervet programa al menos 13 funciones del Cinematógrafo Lumière durante julio en el Principal. De allí saltamos a octubre donde ya nuestro viejo conocido Trujillo Marín exhibe varias noches el invento. Para noviembre tenemos una función documentada, sin poder saber quien fue el empresario. Lo probable es que hubiesen más, pues no era buen negocio programar una función aislada. Los empresarios trotamundos  ofrecían varias funciones en cada ciudad que llegaban (De los Reyes, 1983). Tres establecimientos de Toluca sirvieron como escenario para las primeras funciones cinematográficas: el Hotel del León de Oro en 1896 para las funciones de vistas fijas y que probablemente fuera Trujillo el empresario responsable y la Exposición Imperial el programa exhibido; el Teatro Principal en julio de 1898 para las funciones de Eduardo Hervet; y los salones del Centro Cosmopolita donde Trujillo combina el Cinematográfo Lumière con las  series de vistas fijas, durante octubre del mismo año y, por último, repite el Teatro Principal donde se presenta en noviembre el invento sin saber quien fue el empresario ni el programa.

En abril de 1899, con el Gral. José Vicente Villada a la cabeza del ejecutivo estatal, el Teatro Principal es reinaugurado “una vez que fueron terminadas las reformas de que fue objeto en el escenario, en la sala principal, pasillos y pórticos, con lo que desapareció su aspecto triste y sombrío de su antiguo decorado y en su construcción que lució más esbelta con la remodelación realizada.” (Zárate, 1980) Recién terminan las adecuaciones que a Román J. Barreiro, el 6 de julio, se le otorga licencia para que “dé algunas exhibiciones de vistas con el Cinematógrafo Lumière” en el Teatro Principal. También se le exenta del pago de impuestos municipales a través de un tal Mariano González quien promueve la condonación a nombre de Barreiro. González pudo haber sido simplemente un gestor local relacionado con los encargados de la recaudación impositiva o representante de Barreiro en la ciudad.

El Teatro Principal en el siglo XIX
El Teatro Principal en el siglo XIX

1900, fin de siécle, el cine se democratiza al alcanzar a las clases populares. Guillermo Becerril paga el 17 el julio a la Administración de rentas municipales de Toluca la cantidad de $3,00 por impuestos a “diversiones públicas” y 90 centavos de contribución federal “por derecho de licencia para exhibir un Cinematógrafo en la plazuela del Carmen desde hoy hasta el 22 del presente”. (AHMT, diversiones públicas) Hay un segundo recibo con fecha 23 de julio por $1.90. Un peso para el pago del impuesto a “diversiones públicas” por exhibir el cinematógrafo los días 23 y 24 de julio y 90 centavos por contribución federal. La fiesta del Carmen a finales del siglo XIX era la máxima expresión de jubilo popular y la celebración, que hasta la hoy en día se festeja, comienza el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen. Pues es durante esta fiesta popular que los hermanos Becerril montan su carpa en la plaza del Carmen. Saber el precio de entrada y la cartelera presentada representa otro problema que tendremos que investigar, pero los precios debieron ser muy económicos, ya que el margen de diferencia entre lo que pagan de impuestos en la plazuela con el costo impositivo del Teatro Principal es muy alto, como veremos más adelante. 

Los hermanos Becerril regresaron a Toluca en noviembre y el 22 tiene lugar la primera de varias exhibiciones del Cinematógrafo Lumière en el Teatro Principal, según se desprende de una carta remitida al ayuntamiento por los hermanos para pedir licencia para la exhibición de vistas. Concluye la carta, “como verá por los programas adjuntos, la 1ª función deberá tener lugar el jueves 22 de la presente semana.” (AHMT, Diversiones públicas)Estas funciones sí tuvieron eco en la prensa, aunque fuera mínimo, ya que el sábado 24 de noviembre se informa en la Gaceta de Gobierno que “[l]a noche del jueves último se estreno en el Teatro Principal el Cinematógrafo Lumiere, de los señores Becerril Hermanos. Se exhibirán (sic) algunas vistas nacionales y extranjeras con el mejor éxito.” (Gaceta de Gobierno, Tomo XIII, n. 42, 24/XI/1900) Desgraciadamente los programas a los que hace referencia la carta continúan todavía reacios a ser encontrados, si es que todavía existen. La condonación a pagar impuestos municipales por la primera función está a nombre del Sr. Manuel Becerril, pero la licencia es a favor de los Sres. Becerril Hermanos. La segunda licencia también es otorgada a los mismos, pero se precisa en la licencia que se deberá pagar un impuesto de cuatro pesos por función más el impuesto federal. Notable es la diferencia en el pago de impuestos, pues mientras que la carpa que colocan en la plazuela del Carmen les cuesta 50 centavos por día más impuesto federal, en el Principal se eleva hasta los cuatro pesos más impuesto por función. Es poco creíble que sólo los hermanos Becerril visitaran Toluca durante 1900, siendo que ellos vienen en julio y noviembre, otros empresarios debieron hacer alto en Toluca durante el último año del siglo XIX.

Aurelio de los Reyes titula Llegando el tren a Toluca algún capítulo de uno de sus libros “pues es sabido que en casi todos los países la producción local se inició retratando llegadas de trenes. De México conocemos Llegando el tren a Toluca exhibida por los hermanos Becerril.” (De los Reyes, 1983, p. 53) En una reproducción bastante borrosa de un fotograma de la vista se aprecia un tren enarbolando banderas en la parte delantera de la locomotora entrando a una pletórica estación mientras en primer plano apreciamos un fotógrafo. El tren no corresponde a una corrida normal; la muchedumbre, los adornos y la presencia de un fotógrafo muestran que en el tren viaja alguien importante y no es descabellado pensar que el General Díaz sea el pasajero. Esta vista, la fecha Aurelio de los Reyes en 1899 y le atribuye la primera exhibición en la Ciudad de México a los hermanos Becerril (de los Reyes, 1983b, p. 23)

 El 13 de octubre de 1900 “El héroe de la paz” (Gaceta de Gobierno, Tomo XIII, n. 31, 13/X/1900) visita la ciudad de Toluca. La Gaceta de Gobierno publica en primera plana y a ocho columnas:

“En la tarde de hoy, enmedio de una espléndida manifestación popular, hizo su entrada triunfal á esta Ciudad, el señor general Porfirio Díaz, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Toluca se vistió de gala para recibir al glorioso Jefe de la República y la sociedad entera lo aclamó en su tránsito de la Estación al Palacio del Ejecutivo” (Gaceta de Gaceta, Tomo XIII, n. 31, 13/X/1900)

Bienvenida al Gral. Díaz en su visita a Toluca. Gaceta de Gobierno del 13 de octubre de  1900
Bienvenida al Gral. Díaz en su visita a Toluca. Gaceta de Gobierno del 13 de octubre de 1900

¿Es posible que la vista que Aurelio de los Reyes atribuye haberse exhibido en la Ciudad de México por los hermanos Becerril en 1899, haya sido en realidad filmada 1900? Los hermanos Becerril, por lo que sabemos están en Toluca ese año: la primera vez durante las fiestas de El Carmen durante julio y la segunda en noviembre presentándose en el Teatro Principal. Coincide que Porfirio Díaz visita Toluca en octubre, y los hermanos Becerril tienen varias exhibiciones en noviembre. El desfase de un mes no borra el hecho de que para los hermanos Becerril, Toluca representa un mercado al que regresan varias veces al año y, es probable que durante la visita de Díaz a la capital mexiquense alguno de los hermanos Becerril estuviese en Toluca arreglando asuntos para las próximas funciones a efectuarse en noviembre. También es posible que el fotograma corresponda a cualquier otra estación de tren del país y los hermanos Becerril hubiesen decidido el título de la vista al azahar y  Llegando el tren a Toluca  no sea más que un nombre inventado. Ahora bien, ¿de haber filmado la llegada del tren presidencial a Toluca, por qué no filmar las actividades del Presidente durante su estancia de dos días, siendo lo más lógico de hacer? De haber sido la llegada de Díaz a Toluca la filmada por los hermanos Becerril, ¿el título hubiese cambiado para incluir el nombre de Díaz? Recordemos, sin embargo, que es mínimo el material fílmico que ha sobrevivido al tiempo y ninguna vista nacional filmada en el período 1896-1900, salvo fotogramas, ha llegado a nuestras manos. Contamos con muy pocos documentos relativos al cinematógrafo que contemplen el lustro 1895-1900 en los diversos archivos locales, Archivo Histórico Municipal de Toluca, Archivo Histórico Estatal y Centro de Información y Documentación de la Gestión Gubernamental, así que, “formarse una imagen del primer cine mexicano es una labor casi a ciegas, es armar un rompecabezas con unas cuantas piezas.” (Leal, et al., 1993, p. 9)

Existe otra vista que de los Reyes cataloga como filmada en diciembre de 1900 y exhibida en Toluca por los hermanos Becerril, Vistas de Tenango del Valle de la cual no encontré referencias en los archivos locales sobre su filmación ni sobre su exhibición. (de los Reyes, 1986, p. 24) Sabemos que los hermanos Becerril montaron exhibiciones del Cinematógrafo Lumière en Toluca a finales de noviembre y no es descabellado pensar que durante diciembre se hubiesen trasladado a Tenango del Valle para filmar algunas vistas para integrarla al programa que se presentaba en las funciones toluqueñas. La fuente de este dato no esta identificada. En Vistas que no se ven. Filmografía mexicana 1896-1910 (Leal, et al., 1993, pp. 54 y 58) ambas vistas están incluidas; Llegando el tren a Toluca con el número 86 y Vistas de Tenango del Valle con el 110. Ambas atribuyen la fuente a Aurelio de los Reyes. Sin embargo en El arcón de las vistas. Cartelera del cine en México 1896-1910 (Leal, et al., 1994) ninguna de las dos vistas esta catalogada

Es significativo que en  la Ley de Ingresos para la Municipalidad de Toluca de 1898, el artículo 16 relativo a “Diversiones Públicas” (GdeG, Tomo XI, n. 8, 27/VII/1898) no menciona al cinematógrafo; aparecen según el monto a pagar, en el apartado A, obras literarias o musicales; en el B, “las de circo, maroma, títeres ú otras análogas” y en el C, las corridas de toros y novilladas. El artículo 20 sobre “Juegos Permitidos” incluye los billares, juegos de cartas, juegos de bolos, frontones y juegos de pelota. Para la actualización de la ley de 1900, en su artículo 14, tampoco se contempla al cinematógrafo para el pago de impuestos, sin embargo como hemos visto sí pagaban impuestos, aunque de vez en vez se les exentaba de esa obligación. Para 1900 se agregan  nuevas “Diversiones Públicas” a las consideradas en la ley de 1898: se adicionan el apartado E, “jaripeos ó diversiones análogas”,  y el F, “cafés conciertos, bailes públicos y demás diversiones análogas” (GdeG, Tomo XIII, n. 47, 12/XII/1900)

EPÍLOGO

Las piezas del rompecabezas son mínimas y en mal estado. El último lustro del siglo XIX fue el del afianzamiento y consolidación de un régimen, el porfirista, que a la postre la historiografía nacional oficialista trato de olvidar. Tratar de entender a esos empresarios visionarios, aventureros y cronistas involuntarios de una belle époque autóctona y nacionalista reviste un trabajo arduo y en ocasiones estéril. Toluca y su público presencian, con pocos meses de diferencia a la Ciudad de México, las vista fijas que trae Trujillo Marín en 1896, sin embargo el Cinematógrafo Lumière tarda cerca de dos años en llegar a nuestra capital estatal, además, dudo que Eduardo Hervet sea el primer empresario en habernos visitado, pero a menos que encontremos algún documento que diga lo contrario, la primera función del Cinematógrafo Lumière en Toluca sucedió el 2 de julio de 1898.

Durante los años 1899 y 1900, tenemos testimonios de dos visitas de empresarios cinematográficos itinerantes a nuestra ciudad. Román J. Barreiro durante julio del 99 y los hermanos Becerril que dan funciones del nuevo invento durante los meses de julio y noviembre de 1900. Similar al año anterior, las fuentes primarias son cuasi inexistentes para este bienio.

Las lagunas documentales son frecuentes durante este período, siendo que existen más preguntas carentes de respuesta que certezas históricas. Positivo es que conforme se avance cronológicamente más documentos existen para su consulta. Ya para el primer año del siglo XX la riqueza documental se incrementa de forma cualitativa y cuantitativa.

Al igual que México, Guadalajara, Veracruz, Orizaba, San Luis Potosí, Durango, Monterrey, y varias otras ciudades del país,  Toluca no escapó a la llegada del cinematógrafo ni a la influencia que éste tuvo en la sociedad decimonónica local al grado que para la década 1911-1920 hubo instalados tres cines en los portales de la ciudad. Peor eso es arena de otro costal.

 

BIBLIOGRAFÍA

Reyes, Aurelio de los, Cine y sociedad en México 1896-1930: Volumen I, vivir de sueños (1896-1920), México, Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, 1983, 274 pp.

—–, Los orígenes del cine en México (1896-1900), México, Dirección General de Difusión Cultural de la UNAM, 1973, 196 pp., segunda edición FCE, (Col. Lecturas Mexicanas 61), 1983, 252 pp.

—–, Filmografía del cine mudo mexicano: Vol. I: 1896-1920, México, Filmoteca de la UNAM, (Col. Filmografía Nacional 5), 1986, 136 pp.

García Luna, Margarita, El Teatro Principal de Toluca, página web: http://www.conaculta.gob.mx/estados/dic07/06_edo02.html

Leal, Juan Felipe, Eduardo Barraza y Alejandra Jablonska, Vistas que no se ven: Filmografía mexicana, 1896-1910, México, Coordinación de Humanidades de la UNAM, 1993, 144 pp.

Leal, Juan Felipe, Carlos Arturo Flores y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 1: 1895: El cine antes del cine, México, Eón-Voyeur, 2006a, 226 pp.

—–, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 2: 1896: El vitascopio y el cinematógrafo en México, México, Eón-Voyeur, 2006b, 288 pp.

—–, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 3: 1897: Los primeros exhibidores y camarógrafos nacionales, México, Eón-Voyeur, 2003, 272 pp.

—–, Anales del cine en México, 1895-1911.Vol. 5: 1899: ¡A los barrios y la provincia!, México, Eón-Voyeur, 2007, 214 pp.

—–, El arcón de las vistas: cartelera del cine en México 1896-1910, Coordinación de Humanidades de la UNAM, México, 1994, 376 pp.

Sánchez Arteche, Alfonso, “Llega el cine a Toluca (2 de julio de 1898)” en Castálida, Número 2,  enero-febrero 1994

Zárate de Lino, Irma, et al., Teatro y música en Toluca en Sumaria Tolucense, Edición conmemorativa del sesquicentenario de la Ciudad de Toluca como capital del Estado de México, Toluca, 1980

ARCHIVOS CONSULTADOS

Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT)

Centro de Información y Documentación de la Gestión Gubernamental (Cidogeg)

El cine mudo en Toluca, 1901-1905

El cine mudo en Toluca: 1901-1905

1901, una excelente cosecha cinematográfica

 A diferencia del último lustro del siglo XIX, 1896-1900, el primer año del siglo XX reviste importancia mayúscula para la historiografía local, en especial para el cine mudo. La riqueza documental conservada en el Archivo Histórico Municipal de Toluca en el ramo de “diversiones públicas” nos permite acercarnos, aunque sea en una proporción minúscula, a la vida cotidiana que los toluqueños escenificaban hace un poco más de cien años, ya que el cine representa una de las formas de entretenimiento que comenzaba a asentarse en el imaginario colectivo. Su influencia en la sociedad y a la postre parte integral de nuestra cultura, con la llegada de la mal nombrada “época de oro” del cine nacional, tuvo su génesis en los empresarios cinematógrafos itinerantes que lo llevaron a todos los rincones del país. Durante el último lustro del siglo XIX visitan Toluca, el cubano Lorenzo Trujillo Marín, Eduardo Hervet, Román J. Barreiro y los hermanos Becerril.

 Al despuntar el siglo XX el invento de los hermanos Lumière, el cinematógrafo, y el de Thomas A. Edison, el vitascopio, tuvieron un importante descenso en la aceptación del público capitalino. Las razones son varias: desde los peligros de incendio que con frecuencia suceden,(1) hasta el hartazgo del respetable por ver continuamente las mismas vistas. La Ciudad de México y las principales capitales de los estados dan paso para que:

“los empresarios desciendan un escalón más y recorran, por caminos polvosos y casi despoblados, las ciudades de menor importancia y los pueblos y rancherías, a la caza de nuevos espectadores…Es el lapso en que se produce el menor número de películas mexicanas y en que la cartelera registra la exhibición de tan sólo 44 vistas.”(2)        

La solución fue harto benéfica para que proliferarán infinidad de jacalones, carpas y hasta teatros convertidos en cinematógrafos, como fue el caso de Toluca, con los teatros Edén y Principal. En provincia se comenzó a privilegiar la proyección de “vistas”, ya fuera como acto principal o como complemento a otro espectáculo.

La «Empresa Delamare»

                Toluca no fue excepción, y durante 1901 se proyectaron, según los carteles consultados más de 230 vistas, pero sabemos de varios empresarios que presentaron exhibiciones del “Cinematógrafo Lumière” en Toluca sin que se conozca el programa presentado. La lista de empresarios que tuvieron exhibiciones en la localidad incluye a Carlos Mongrand, Guillermo Becerril y Auguste Delamare, quien preside la “Empresa Delamare”. Existe un documento de la Presidencia Municipal, fechado el 23 de noviembre, donde se “há concedido licencia al C. Antonio Pimentel, para dár dos funciones el día de mañana en el Teatro Principal de esta Ciudad; de Cineografo Edison,”(3)  sin que se conozca más información al respecto.

Fue en el Teatro Principal donde se presentó los días jueves 9, domingo 12, jueves 16 y domingo 19 de mayo de 1901 la “Empresa Delamare” representada por Agustín Hinojosa, comisionado local, como él mismo se cataloga, quien tramitó las licencias municipales para la exhibición, así como las exenciones adelantadas del impuesto municipal por las cuatro exhibiciones. Los documentos, licencia para la exhibición y exención impositiva, fueron firmados el 9 de mayo, día de la primera función, sin que se mencione quién fue el empresario detrás de dicha empresa, pero sin lugar a dudas es Auguste Delamare. Los carteles, que por fortuna existen en el archivo histórico municipal de Toluca, nos ofrecen invaluable información acerca de las funciones. Únicamente el primer cartel trae al impresor, “Taller Tipográfico 5 de Mayo núm 3. – TOLUCA,” pero lo más probable es que todos hayan sido impresos en el mismo taller. En ellos se enumeran todas las vistas que se proyectan por función y las síntesis de algunas de ellas que son conformadas por varios cuadros. También proporcionan los precios de entrada, así como datos respecto a su oferta cinematográfica, detallando aspectos vitales de las vistas más largas o tocando temáticas que los empresarios consideran más rentables. Para la función del día 9, la publicidad consiste en lo siguiente:

“Esta empresa que ACABA DE LLEGAR DE PARIS, trae un bonito, y extenso repertorio de vistas, completamente distintas de los demás aparatos que se han presentado en esta capital.

Posee entre ellas, unas de duración de 15 MINUTOS, tales como panorámicas de la

EXPOSICIÓN      DE          PARIS.

CORRIDAS DE TOROS completas, LA CENICIENTA, etc. etc., y otras de gran efecto.”(4)

                Para llegar a mayor cantidad de público y advertir a los posibles espectadores sobre las bondades del cinematógrafo, la empresa hace énfasis en que “este espectáculo es la diversión de las familias y del público en general.”(5)

Es curioso que en el cartel de esa función y de la siguiente, 12 de mayo, se hubiese informado sobre la relación laboral con el Circo Orrin, por lo que “esta Empresa teniendo compromiso para dar una serie de funciones en el Teatro Circo Orrin de México, comenzando desde el día 23 de este mismo mes, no podrá permanecer aquí más que POCOS DIAS, dando á conocer lo más selecto de su repertorio.”(6) En un artículo sin firma aparecido en El Universal el 22 de mayo de 1901 se informa que…

“[m]añana se presentará en el local de Villamil, un nuevo cinematógrafo que trae el señor Delamare, quién llegó últimamente de París.

Se nos asegura que los vistas que presenta son muy hermosas y que los precios son muy reducidos pues la compañía no trata de obtener grandes ganancias sino sólo viene con el objeto de presentar al público las últimas novedades en el arte cinematográfico.

Nos ocuparemos del resultado de este nuevo espectáculo.”(7)

Para las dos últimas funciones no se informó de lo anterior. El motivo, de obvias implicaciones publicitarias, pudo deberse más al prestigio que el Teatro Circo Orrin brindaba a quien se asociara con un espectáculo de probada solvencia económica, pero sobre todo, por su popularidad. Hay varios antecedentes, en 1898 “en el Circo-Teatro Orrin de la plazuela de Villamil había vistas fijas y otras diversiones” y en 1899 se exhibió en el Circo Teatro Orrin de la Plaza de Villamil (donde hoy está el Teatro Blanquita) la anónima La gran corrida de toros en la Ciudad de México. Combinar espectáculos de diversa índole era común en la época, así que es probable que el circo se complementara con el cinematógrafo. Tampoco se puede descartar que Auguste Delamare se hubiese asociado con los hermanos Orrin para exhibir varias funciones del cinematógrafo, más que rentar el espacio de la plaza.

El programa que se presentó se tituló “Modelo Exposición” en referencia a la Exposición de París de 1900 y la vista de más duración es la “EXPOSICIÓN DE PARÍS. 1a. serie…DURACIÓN 15 MINUTOS.»(8)

El jueves 9 hubo una función, mientras que el domingo 10 “dos regias funciones”; el jueves 16, “2 funciones de gran atractivo”, para terminar el domingo 19 con “2 sublimes funciones.”(9) El programa, dividido en tres partes iniciaba con una obertura orquestal y tenía un intermedio cada diez vistas para dar paso a la música. La música era parte vital del espectáculo durante los inicios del cine.(10) Las treinta vistas de la función, primera de la cual existe un cartel, son las siguientes:

  • Carrera de automóviles en París;
  • Escena de escamoteo por Lic Chi-Son (iluminada)
  • Niña dando de comer á su gato
  • Toma de la Loma de San Juan en Cuba en la Guerra hispano-americana
  • Escena de duelo de Francisco I (histórico)
  • Una pesca interrumpida
  • Relevo de la Guardia Real de la Reina Victoria en Londres
  • Batalla de flores en Niza
  • Una noche terrible
  • De Brooklin a New York por el puente, (de gran efecto)
  • Cazadores y cazadoras en una partida de cacería
  • Paso de un río á remo
  • Escena de escamoteo por el Profesor Herman
  • Los barriles mágicos
  • Voluntarios canadienses saliendo para el Transvaal
  • Comida encantada (magia)
  • La primera cachimba ó el niño precoz
  • Singular broma en casa de un espiritista
  • La bella serpentina Loïe Fuller (iluminada)
  • Gran corrida de toros completa, por el afamado diestro «Guerrita»
  • Ambulancia inglesa recogiendo los heridos después del desastre de Spionkop (Transvaal)
  • Afeitándose por la noche
  • Panorámica del puerto de Barcelona
  • Triunfo sobre Mefistófeles (iluminada)
  • Tocinería «Siglo XX»
  • Salto de obstáculos
  • Baños de negros en África
  • Un cambio desventajoso
  • El jarabe tapatío
  • EXPOSICIÓN DE PARÍS. 1a. serie: Inauguración por el Presidente Loubet, del gran Palacio — Puente Alejandro III — Los inválidos — Plataforma movible — El viejo París — Calle de las Naciones — Pabellones de Italia, Turquía, Estados Unidos, Austria, Alemania, Suiza, España, etc. etc., y salida por el pabellón de Suecia. DURACIÓN 15 MINUTOS.»(10)

Para los tres días restantes de exhibición, la “Empresa Delamare”, escenifica dos funciones por día. Para el domingo 12 de mayo el título de la función incluye, junto con el Modelo “Exposición”, UN GRAN INCENDIO EN NEW-YORK (CON TODOS SUS DETALLES. DURACIÓN QUINCE MINUTOS). EL CARNAVAL EN PARÍS (VISTA LARGA E ILUMINADA).”(11) Para la del 16 se privilegia  “¡La Cenicienta! Ó EL ZAPATITO DE CRISTAL” y para la última función “ESTRENO DE LA 2a. SERIE de la Exposición de París, muy diferente de la primera en la cual figura ¡EL PABELLON de MEXICO!”(12)

Cada función se compone de treinta vistas que de acuerdo a la empresa, “equivale a más de 80 por haber muchas de gran duración.” Entre la vistas de “gran duración” destacan: “Exposición de París 1ª y 2ª series”; “UN GRAN INCENDIO EN NEW-YORK comprendiendo: Salida del cuartel de las bombas á vapor. Llegada de las autoridades al lugar del siniestro. La muchedumbre en el paso de las bombas. Bomba combatiendo el fuego. El salvamento. Las autoridades presenciando el incendio. Bomberos inundando los escombros, etc., etc.”; “La primorosa y aplaudida ¡¡¡Cenicienta!!!”; y por último, “GRAN CORRIDA DE TOROS completa en Sevilla, por el afamado diestro ‘GUERRITA’”, que es la única vista que se repite en todas las funciones, dada la gran popularidad que tenía entre el público la fiesta brava.

Durante los cuatro días de exhibición sólo se proyectaron tres vistas mexicanas, “Jarabe Tapatío”, “Rurales al galope en los llanos de Anzures (México)” y “Pelea de gallos en Guadalajara”. La primera, filmada por Salvador Toscano en diciembre de 1899, se exhibió en la función inaugural; la tercera en la última, y si nos atenemos al título, corresponde a la vista que los hermanos Courrich exhibieron en Puebla en agosto de 1897, sin embargo existe una segunda vista cuyo título es “Pelea de gallos”, filmada por Toscano en septiembre de 1898, y una tercera con el mismo título realizada en 1896 por Veyre y Bon Bernard, pero dudo que sea ésta última la exhibida. La segunda vista, proyectada en la función del 12 de mayo, se titula de manera muy similar a una realizada por Ignacio Aguirre en julio de 1897, “Rurales mexicanos al galope”; recurso común entre empresarios, dado el limitado catálogo de vistas disponibles, era cambiar el título para reutilizar tantas veces como fuera posible la misma vista, sin embargo para la función de 1901 bien pudo ser una vista distinta.

Los precios por entrada para el día 9 costaron: «Plateas con seis entradas, $3.00; Palcos primeros con seis entradas, $2.00; Lunetas, $0.50; Entrada a Palcos segundos, $0.25; Delanteros en Palcos segundos, $0.05, Entrada á Galería, $0.12.»(20) Para las siguientes exhibiciones se incrementó en 25 centavos el precio por seis asientos para palcos primeros, al igual que se informó sobre el descuento a “NIÑOS MENORES DE 10 AÑOS Y TROPA FORMADA MEDIA PAGA”. Para el domingo 19 la empresa precisó que “para comodidad del público, habrá 2 expendios de boletos.” Ese domingo se anuncia: “¡DESPEDIDA! POSITIVAMENTE LAS ÚLTIMAS FUNCIONES”, dejando la sensación de funciones futuras, sin saber si se llevaron a cabo.

Varias de las vistas exhibidas se anuncian como “iluminadas”: “Escena de escamoteo por Lic Chi-Son”, “La bella serpentina Loïe Fuller”, “Triunfo sobre Mefistófeles”, “Carnaval en París”, “Baile gracioso en un circo”, “Fausto y Margarita”, “Una siesta mal concluida”, “Excentricidades de dos clowns”, “Lección de baile á una muñeca”, “La hermosa serpentina Bob Walter”, “Niños haciendo bolas de jabón”, “Visión fantástica” y “Travesura á un lavandero chino.” Entonces las vistas se coloreaban a mano y a pesar de las dificultades para su creación, Delamare proyecta trece vistas iluminadas. Salvo algunos experimentos para fijar el color en las placas no se conocía procedimiento alguno para producir películas a color, por consiguiente:

“para dar color a las vistas se utilizaban diminutos pinceles con los que grupos de mujeres aplicaban la pintura. Cada una lo hacía en un solo punto del fotograma, ayudada de una rejilla; trabajo repetitivo, mal pagado y de resultados inseguros.”(13)

Carlos Mongrand

Pero es Carlos Mongrand el que proyecta la mayor cantidad de funciones en Toluca durante 1901, pues durante los últimos días de septiembre (¿24?, 26 y 29), durante todo octubre (5, 6, 8, 10, 15, 17, 20, 22, 24 y 27) e inicios de noviembre (1, 2 y 3), ofrece funciones en los teatros Edén y Principal. Para Aurelio de los Reyes:

“Entre los empresarios mayores se encuentran Carlos Mongrand, Guillermo Becerril, Salvador Toscano, Enrique Rosas. En general, satisfacían las necesidades de su empresa con su familia o con sus empleados, aunque a Mongrand una agencia artística le coordinaba sus actividades: contrataba teatros, enviaba boletines a la prensa y le remitía las películas recibidas del extranjero al lugar donde trabajaba.”(14)

Mongrand se asoció con Salvador Toscano en diciembre de 1897 y a finales de 1899 finiquitó la sociedad. El empresario, de origen francés desembarcó en México en 1896 y con “su compañía ‘Misterios y Novedades’ presentaba números de prestidigitación y trucos ópticos” (15)

Las tres funciones de septiembre se efectuaron en el Teatro Edén probablemente porque el Principal tuviese compromisos con otro espectáculo. En todos los carteles se lee “Por la empresa, CARLOS MONGRAND.” El 21 de septiembre de 1901, Mongrand, representante de la “Empresa del Cinematógrafo Lumière” remite un oficio al municipio ya “que tiene pensado dar una série de funciones en los Teatros Edén y Principal y suplica” se le conceda el permiso respectivo. Está fechado en Toluca y rubricado por Mongrand. Dos días después la autoridad concede “permiso al Sr. Carlos Mongrand para dar una serie de funciones con el Cinematógrafo Lumière en el Teatro Edén.” También se exentan del pago tributario municipal a todas las funciones “que se exhibirá[n] en los teatros del Edén y Principal”, y dato curioso, esta fechado el día 22, siendo que la licencia se otorga al día siguiente.

Harto significativo es que uno de los empresarios pioneros del cine en México sea un verdadero desconocido, al grado de no saber como era, ya que no hay fotografía o vista donde aparezca, al igual que ignoramos muchos de sus datos biográficos. Salvador Toscano filmó una vista que tiene a Mongrand, el prestidigitador, como protagonista y que fue exhibida en el Teatro Lavín de Matehuala, San Luis Potosí el 3 de diciembre de 1899, sin embargo no existe rastro de ella.(16) Al menos en el archivo histórico municipal de Toluca tenemos su firma. “Paradoja es que el mejor publicista del primer cine mexicano sea, en cuanto a su persona se refiere, el peor conocido.”(17)

En el Tomo I de los Anales del cine en México, 1895-1911, se reproduce el siguiente artículo de 1902:

Cinematógrafo Mongrand

Concurridos van á estar los espectáculos que el Sr. Carlos Mongrand prepara en el Teatro Degollado de Guadalajara, por la flor y nata de la sociedad tapatía.

Las exhibiciones cinematográficas del Sr. Mongrand, reúnen á su exquisitez de paisajes, la utilidad histórica que tienen casi todos los cuadros de grandes hechos políticos llevados á cabo en la actualidad.

Nuestro siglo, podemos asegurarlo, ha quedado impreso en las placas fotográficas del maravilloso y moderno invento y ya las generaciones futuras podrán contemplar á los prohombres de todo el universo que ahora figuran en los más elevados escaños de la escala política, antes de saber unir las letras del alfabeto.

Inmensa ventaja no tuvimos nosotros, que para conocer la historia de nuestros antepasados, y no tan ricamente detallada como nos la dá el cinematógrafo, tuvimos que luchar primero con las letras para que reflejaran su luz sobre las tenebrosidades del pasado y desgarrar el velo que cubría – par nosotros – arcanos históricos. La sociedad jaliciense sabrá recompensar los esfuerzos del empresario Mongrand.

(El Entreacto, núm. 157, México, D.F., jueves 25 de septiembre de 1902, p. 2)

 

Los habitantes de Toluca, al igual que los de Guadalajara, y de manera específica “la flor y nata de la sociedad” debieron experimentar similares motivaciones. Por la cantidad de funciones presentadas se puede concluir que el público toluqueño admiró y aplaudió “los esfuerzos del empresario Mongrand.” No en balde se nota, por la forma en que preparó las funciones efectuadas en Toluca,  que este pionero es  un “artífice de todo un sistema de publicidad y organización del espectáculo que sentó escuela.”(18) En  esta ocasión tramitó todos los requisitos para las exhibiciones personalmente, a la par que mandó imprimir carteles de cada función incluyendo información acerca de las vistas más atractivas para el público.

                Para diciembre utilizará un representante local para los trámites de exhibición; Alfonso Labat y Prado pide autorización al ayuntamiento para dar una serie de funciones del Cinematógrafo Lumière el 23 y al día siguiente le concede licencia, en representación del Sr. Carlos Mongrand, para comenzar el jueves 26. Tampoco en las exenciones a los impuestos municipales aparece mención a la cantidad de funciones, pero sin duda fueron varias ya que las fiestas navideñas eran propicias para el negocio cinematográfico por ser época de asueto. Además, Mongrand creó una logística administrativa y publicitaria que le permitía optimizar sus insumos, siendo así que la función del 26 pudo haber sido el inicio de una temporada similar a la que inició en septiembre y concluyó en noviembre. En el siguiente capítulo se habla de la función del 1º de enero de 1902.

De los 16 días en que se presentó Mongrand con el Cinematógrafo Lumière en Toluca, en 13 de ellos las exhibiciones se escenificaron en el Teatro Principal, el resto en el Teatro Edén, sin embargo los precios no sufrieron variación, por lo que las funciones costaron «Luneta, $0.50; Plateas con 6 entradas, $3.00; Palcos primeros, $0.30; Palcos segundos, $0.20; Números de segundos, $0.05; Galería, $0.15»(19) Los carteles presentaban el cinematógrafo, para mayor aceptación de la burguesía , como un “espectáculo moral, instructivo, recreativo, y el más económico y el más concurrido de la buena sociedad.”(20)

La primera función de esa “temporada” debió haberse efectuado el martes 24, ya que en otro cartel se anuncia la “segunda gran función para el jueves 26 de septiembre de 1901.” En esta función, El General Porfirio Díaz compartió el encabezado con “Historia de un crimen”, “El diablo predicando en un convento” y “Juana de Arco”. Las dos vistas protagonizadas por el Gral. Díaz son “El General Porfirio Díaz y su señora paseando á caballo en el bosque de Chapultepec” y “El Presidente de la República Mexicana con sus Ministros de vuelta de la Gran Revista del 16 de Septiembre.” A estas dos vistas nacionales se suman “Desfile del 7º. Batallón de Infantería Mexicana”, “Caballería en el Cerro de Guadalupe, Puebla”, “Ejercicios por los alumnos en el Colegio Militar, Castillo de Chapultepec” y “Salida de misa de la Catedral de Puebla en Enero de 1901.”

Para la función del domingo 29 se privilegia la vista “Los Reservistas de Toluca” junto con “El hijo pródigo”, “La torre maldita” y “Los apuros de un espiritista”. En las vistas que se proyectaron ese día, “Los Reservistas de Toluca” resultó ser la “Llegada al campo de maniobras el Domingo 22 de Septiembre, de la Escuela correccional y el Instituto y los Reservistas de la Escuela de Artes formados y armados”, que junto con “Charros mexicanos lazando caballos”, “Charros domando caballos”, “Charros bañando caballos”, Charros bailando el jarabe tapatío en la Hacienda de Atequiza (Jalisco)”, “Salida de misa de Catedral en Aguascalientes”, “Terrible percance á un enamorado en el cementerio de Dolores, México”, “La Bella Cholita, Serpentina Mexicana, (iluminada)”, “Gran Corrida en Tacubaya, México”, “Corrida por Fuentes en la Plaza México” y “Banderillas por Minuto, Plaza México” conforman las películas mexicanas exhibidas en el Teatro Edén.

En la función del jueves se proyectaron seis vistas nacionales y en la de el domingo, once; del total de estas 17 vistas mexicanas, dos de ellas revisten importancia mayúscula: “Los Reservistas de Toluca” y “La bella Cholita, serpentina mexicana”. No existe duda de que fue Carlos Mongrand el camarógrafo de la primera, filmada el domingo 22 para ser exhibida en la función del siguiente domingo, y debió ser todo un acontecimiento en Toluca asistir al cine y poder apreciar en la pantalla a los parientes, amigos, gente conocida o a uno mismo. Si seguimos la cronología de películas filmadas en Toluca, después de “Llegando el tren a Toluca”, de la cual cuestiono la fecha, se puede considerar a “Los reservistas en Toluca” como la primera vista filmada en la ciudad.

La segunda vista, la serpentina autóctona Cholita, no sigue más que la tendencia a imitar a Loïe Fuller. La primera serpentina fue filmada en 1894 “Annabelle Serpentine Dance”, con la imitadora Annabelle Withford Moore, “una de las actrices más populares de la Edison Manufacturing Company.” La bailarina americana Loïe Fuller se presentó en el Teatro Nacional de la Ciudad de México en enero de 1897 donde cimentó su celebridad y recabó un buen caudal.” Pero lo asombroso es que se hiciera una versión local, siendo que iluminar las vistas, como ya se vio con anterioridad, era una labor ardua y compleja. (21)

La vista “El General Porfirio Díaz y su señora paseando á caballo en el bosque de Chapultepec”, que se consideraba haber sido por primera vez exhibida en Aguascalientes por Mongrand en 1902, fue en realidad presentada por él en Toluca en septiembre del año anterior.

Respecto a las dos funciones septembrinas de las cuales poseemos carteles resulta interesante la cantidad de información que ofrecen de las vistas de más duración o compuesta por varios “cuadros” o partes. Ambas funciones presentan vistas de la Exposición de París, aunque diferentes a las dos series exhibidas por Auguste Delamare; para el jueves 26,

“EXPOSICION DE PARÍS, panorama circular tomado en el centro del puente de Iéna, donde se ven los hermosos Palacios Trocadero, Argelia, Indias Inglesas, Restaurant Inglés, Palacio de los Molinos, El Río Sena, El Muelle de Navegación, La Gran Torre Blindada de Cheneider (Creuzot.) Palacio de Navegación y Comercio, Mensajerías Marítimas, Manufacturas del Estado Francés, Torre Eiffel, Palacio de la Mujer, Palacio de la Optica, Palacio de Obstreicultura, Etc.”, (22)

y para el domingo 29,

“EXPOSICION DE PARIS, GRANDIOSO PANORAMA  tomado desde un vapor en marcha sobre el Río Sena, donde se ven la grandiosa Torre Blindada de Cheneider (Creuzot), los Palacios de las Armadas de tierra y de Mar, Rusia, Noruega, Turquía, Holanda, Inglaterra, Portugal, Palacio de México, el Río Sena, Puente de l’Alma, Palacio de Servia, Grecia, Suecia, Mónaco, España, Alemania, Bélgica, Ungaria, Bosnia, Austria, Estados Unidos del Norte, etc. etc.”(23)

                Las tres vistas “de gran duración”, como las anuncia Mongrand, “Historia de un crimen” compuesta por diez cuadros, “Juana de Arco”, por doce y “La guerra china, los bóxers”, por seis, se exhibían junto con vistas de corta duración. Las dos primeras fueron exhibidas en el Teatro Edén de Toluca el 26 de septiembre de 1901 y la tercera el domingo 29, fecha de la siguiente función.

Aparte del desglose de los cuadros de las vistas más largas, “Juana de Arco” es la única que recibe una apología de sus  virtudes, así como enumera algunos otros detalles:

“Quemada viva en Rouen, Francia, por los Ingleses en 1431, histórico. Grandiosa vista de gran duración, 20 minutos, en 40 cuadros, donde aparecen más de quinientos personajes con los hechos más importantes de la que fué Heroína y Mártir, LA PUCELLE D’ORLEANS, (JUANA DE ARCO) — Esta grandiosa vista ha sido premiada en la Exposición de París 1900 con un gran premio, siendo un hermoso y extraordinario trabajo del arte de la Cinematografía, es el NON PLUS ULTRA, es tan importante que es necesario verla varias veces para conocerla en detalle y cada vez con más interés por el espectador.”(24)

Para octubre Mongrand y el “Cinematógrafo Lumière, gran premio de la exposición de París”, como se presenta, se traslada al Teatro Principal, no obstante es muy posible que durante la semana del cambio de teatro se hubiese efectuado alguna exhibición, sin que tengamos prueba de ello. Del domingo 29 de septiembre saltamos al sábado 5 de octubre, cuando se da la primera función en el Teatro Principal. Día inusual para las funciones de cine en Toluca es el sábado, por lo general se efectuaban los martes, jueves y domingos.

“La Exposición de París” continúa siendo el plato fuerte de las exhibiciones y es proyectada en todas las funciones con excepción de la de del 20 de octubre. Con muy buen ojo comercial, Mongrand incluye la vista “los reservistas de Toluca” para la primera función del Principal, el día 5, y la anuncia en los encabezados. Junto con ésta se exhiben varias vistas nacionales, a saber, “La Bella Cholita, Serpentina Mexicana, (iluminada)”, “Salida al Redondel de la Plaza, de la Cuadrilla, Fuentes y Minuto”, “Corrida, suerte de pica y capa”, “Corrida en la Plaza de Tacubaya, México”, “Corrida, suerte de capa y banderillas por Minuto”, “ROSARIO SOLER (La Patita) ex-tiple del Teatro Principal de México”, “LUISA Y CARLOS OBREGON artistas del Teatro Principal de México” y “Percances á un intruso en el foro del Teatro Nacional de México.” Existe otra vista, que bien puede ser de manufactura nacional, “Un émulo de Frégoli (igual á mi papá).” Leopoldo Frégoli…

“…tenía un versátil y polifacético espectáculo que comprendía juegos de manos, cambios de voz y de lenguaje, gesticulaciones, disfraces y aspectos carnavalescos, elementos del teatro y la cultura popular, de la poesía escénica, y efectos musicales.”(25)

Este singular y excéntrico personaje actuó en el Teatro Principal de la Ciudad de México durante el invierno de 1896-97, teniendo como espectador al Gral. Díaz en un par de ocasiones. Sin duda el interés que el personaje despertó entre el público mexicano pudo haber motivado a que se filmara una versión mexicana. Así como Loïe Fuller fue imitada por la “bella Cholita,” no dudo que algún histrión local hubiese hecho algo similar con Frégoli.

La función del día siguiente, domingo 6, es encabezada de nueva cuenta por “El Gral. PORFIRIO DÍAZ” con las dos vistas mencionadas con anterioridad, sin embargo se proyectan dos vistas hechas en Coahuila, “Teatro Acuña y Plaza de los Hombres Ilustres, Saltillo, donde se ven muchas personas saliendo del Teatro y la estatua del Padre de la Patria, el inmortal cura Hidalgo” y “2 de Abril de 1901 en Saltillo. Desfile de la Banda Municipal y de los alumnos de la Escuela Correccional delante del Palacio de Gobierno del Estado.” Muy probable es que ambas fueran filmadas por Mongrand, quien hizo lo mismo que ahora  hace en Toluca, seis meses antes. Se anuncia también “EL PALACIO MEXICANO EN PARIS,” que es uno de los cuadros de las vistas de la exposición de 1900. El plato fuerte, no hay duda, es la presentación de “Juana de Arco” con detallada información de cada uno de los cuadros que la conforman.

Pabellón de México en la Exposición de París, 1900 (Colección de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez)
Pabellón de México en la Exposición de París, 1900 (Colección de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez)

El martes 8 llama la atención la vista “La pasión del Redentor del Mundo” para la cual se informa al público que

“representada en 18 cuadros desde su Nacimiento hasta la Resurrección, habiendo sido un colosal éxito últimamente que fué exhibida ante las principales proeminencias del reverendo culto católico de México, de Puebla y otras capitales de esta República, que lo aprobaron por ser lo mejor que se ha visto hasta hoy, conveniente para todas las clases sociales por representar la realidad palpable de la HISTORIA SAGRADA, que es la base de nuestra civilización.”

Y remata la publicidad con

“[l]as vistas de la Pasión que tenemos el honor de presentar hoy á esta culta y distinguida sociedad, son copias fieles del mismo original tomado en Oberammergau, Alemania, que fué encargado por Su Santidad LEON XIII, para uso de los seminarios de Roma.”(26)

Las vistas nacionales presentadas fueron “El Gobernador de Chihuahua Sr. M. Ahumada, llegando en su Victoria al Palacio de Gobierno y saliendo á paseo á caballo de su hermosa quinta” y “Miss. Muller, trapecista y Miss Florence, del Circo Orrin.” La primera probablemente filmada por Mongrand;(27) de la segunda, no existe testimonio alguno, salvo su proyección en Toluca, a menos que sea la misma que con el título de “Gimnastas excéntricos. Célebres artistas del Circo Orrin trabajando en el trapecio y en su triple barra fija,” sin embargo ésta última fue realizada en 1904 y, si bien en el caso anterior sí es plausible concluir que es la misma vista, en este caso, los títulos de las vistas no tienen nada en común salvo el tema. Hay una tercera vista, que por su título, parece ser de manufactura nacional, “Titirilina, célebre bailarina del siglo pasado,” sin que se tengan mayores informes sobre ella.

Para el jueves 10 se programa la primera exhibición de “D. Juan Tenorio”, sin duda, la versión de Salvador Toscano, pues no olvidemos que Mongrand fue su socio durante un par de años. Varias vistas exhibidas por Mongrand fueron fotografiadas por Toscano, y al finiquitarse la sociedad pudieron haber dividido el material fílmico o haber hecho varias copias para ambos explotar por su cuenta las mismas vistas, aunque existen variaciones mínimas en los títulos.

La vista esta dividida en cinco cuadros, y se proyectan de forma conjunta, el primero y el segundo; y enseguida, los restantes tres. Al final del quinto cuadro hay un baile, que como dato anecdóticos, es interpretado por unas “señoritas Bombalier, de México.” Las cinco partes que integran la vista son:

1ª y 2ª partes. “El Rapto de doña Inés escena cómica de Ciutti, y duelo á muerte entre DON JUAN, DON LUIS MEJIA y el Comendador.”

3ª,  4ª y 5ª partes. “La Cena, Aparición de los Espectros del Comendador y de Doña Inés, Terribles sustos de Ciutti, El Cementerio, Esqueletos, Fantasmas, la estátua del Comendador, Apoteosis y baile final por las Señoritas Bombalier, de México.”(28)

Aparte del Tenorio, de hechura nacional, la función se completó con otras vistas mexicanas: las cuatro vistas de “charros” filmadas en Atequiza, Jalisco por Veyre y Bon Bernard, así como la vista de los reservistas de Toluca y varias de corte taurino.

El martes 15, estelariza la función “La guerra del TRANSVAAL. Los valientes BOEROS” que no es más que una sucesión de vistas de diversas acciones militares en Sudáfrica que por su temática dan la pauta de unidad. Entre las vistas mexicanas resalta “Tráfico en la plaza de la Constitución México, se ve la hermosa Catedral,” que parece ser la que Toscano filmó en 1896, bajo el simplificado título de “El Zócalo”. Al inicio de Memorias de un mexicano, documental creado con su acervo fílmico en 1950, se logra apreciar pocos segundos de aquella vista. Varias vistas adjudicadas a Salvador Toscano son exhibidas por Mongrand, con variaciones mínimas en los títulos, recurso bastante recurrente en los inicios del cine, pues no existía el concepto de copyright como lo entendemos hoy en día, por lo que los empresarios itinerantes cortaban y editan a su antojo mucho del material.

Es de notar que el programa de ese día desglose, de forma separada a la lista de vistas que se exhiben, los cuadros de aquella producida por la casa Pathé Frères de París, “Historia de un crimen”, realizada por uno de los primeros directores de cine, Ferdinand Zecca. La vista esta compuesta por los siguientes cuadros:

“1. Cuadro interior del despacho del banco, la caja, el ladrón mata al guardián de una puñalada al corazón y roba valores en billetes.

2. En un lugar sospechoso, el ladrón bien vestido hace alarde de su dinero que robó, y la llama la atención de las ocupantes de la casa y sospechan de él, llegan los agentes con el comisario y lo arrestan

3. La confrontación en la Morgue está extendida la víctima y se le presenta al supuesto asesino, éste cae de rodillas vencido por el remordimiento 

4. El calabozo de los sentenciados á muerte, el asesino duerme

5, 6 y 7. En ensueño el condenado á muerte ve á sus padres, él cuando era chico, lo cuidaban bien pero cuando fue grande se hizo de malos amigos que fue su perdición.

8. El verdugo cumple con su trabajo de cortar el cabello del miserable después éste de rehusar los servicios del capellán salen del calabozo

9. Expiación interior del patio de la prisión de la Roquette en París, se vé en el centro parada la guillotina

10. Ejecución, el cortejo lleva al pie del suplicio al condenado es colocado debajo de la cuchilla y esta cae y justicia esta hecha, sensacional.”(29)  

 Para la función del jueves 17 de octubre se estrena la vista mexicana “UNA BODA INTERRUMPIDA EN SANTA ANITA, MEXICO,” que bien puede tratarse de una vista de ficción, una historia con argumento, o simplemente de alguna situación ajena que evita se complete el matrimonio. Es probable que haya sido filmada por Mongrand o por Toscano. Así como los pioneros camarógrafos filmaron el canal de La Viga, existe una vista de los hermanos Becerril titulada “Paseos en Santa Anita” filmada en 1899, pero dudo que sea la misma. Desafortunadamente no poseemos información alguna sobre la vista, salvo la fecha de exhibición. El programa también incluye la vista “Salida de misa de la Catedral de Puebla en Enero de 1901” que puede confundirse con la realizada por Toscano en 1900 titulada “Saliendo de la catedral de Puebla”, pero si consideramos que la sociedad entre ellos terminó en diciembre de 1899, la vista debió haber sido filmada por Mongrand, ya que menciona con exactitud el mes de la filmación, toda vez, para evitar confusiones.

Otras vistas mexicanas incluidas en la función son las dos filmadas en Saltillo y exhibidas en la función del día 6, así como “Salida de misa de Catedral en Aguascalientes”, “Terrible percance á un enamorado en el cementerio de Dolores, México”, filmada por Toscano en 1899, “La bella Cholita” y “Percances á un intruso en el foro del Teatro Nacional, México” que bien puede ser la que filmara Salvador Toscano en 1899 y que se llamó “Escenas entre los bastidores del teatro Nacional en México.” Finaliza la función con “Un émulo de Frégoli (igual á mi papá)” de la cual ya se habló.

El domingo 20 de octubre se estrenan varias vistas. Es obvio que Mongrand tiene bien aceitado su oficina de mensajería y le llegan vistas frescas para cambiar la programación con relativa frecuencia. Las nuevas vistas las encabeza Quo Vadis?, cuyo argumento aparecido en el cartel correspondiente a ese día, la historia sucede…

“…en la ciudad de Roma año 64, bajo el reinado del Emperador Nerón. En el Palacio la corte de Nerón entra para el festín preparado en los pórticos de dan acceso a los jardines donde se apercibe la Ciudad Eterna.”(30)

Acompañan a la vista anterior en los titulares del cartel “Las naciones en China” en clara alusión al conflicto bóxer contra las naciones aliadas a la vuelta del siglo XIX al XX. Es notorio que los eventos bélicos llamaban mucho la atención de los camarógrafos y por ende del público en general. La guerra de los Boers, la de los bóxers o la de los “Rough Riders” en Cuba durante la guerra hispano-americana dominan las vistas de corte armamentista. Se vuelve a presentar “Juana de Arco” de Georges Méliès. Esta vista de la que ya se habló anteriormente es una producción francesa de la Star Films de 1900 y permite adivinar que Mongrand estaba al día con las producciones europeas y americanas pues al año ya la exhibe en México. Se exhibe también “Paseo en la Alameda de México en domingo”, probablemente la vista filmada por Salvador Toscano en 1898.

El martes que sigue, 22 de octubre, se estrena “La Caperuza Colorada” y la publicidad resalta las virtudes de la obra: “GRANDIOSA VISTA DE MAGIA DE GRAN SENSACION EN 20 CUADROS ILUMINADOS.” Esta versión que Georges Méliès realizó en 1901 es estrenada en México el mismo año, otro dato que nos muestra la organización y contactos que Mongrand posee en el negocio de las vistas, pues hace alarde de que la “grandiosa vista de magia de muchísimas transformaciones, última creación en París, acabada de recibir en esta ciudad, vista de gran duración, 15 minutos (iluminada)”, (cursivas mías). Merecen atención los cuadros que la conforman, pues Méliès comienza a darle coherencia a las acciones filmadas para contar historias, a diferencia de las vistas documentales que no tienen un inicio y un fin, sino que recrean lo que el ojo humano ve, de allí que les llamaran “vistas”, así pues aquí la lista:

“1 y 2. PASTELERIA DEL PADRE LATOURTE, interior y el horno en actividad, percances cómicos á los pasteleros

3 y 4. VISTA DEL MOLINO DE LA GALETTE y la casucha de Madre Grande. La Caperuza hace su adiós á sus padres

5 y 6. LA SELVA, Llegada del Lobo y susto de la Caperuza, el Lobo explica su visita y sale corriendo, vienen las amigas de la Caperuza y bailan, etc., etc.

7. EL MOLINO DE LA GALETTE, el molinero Sans-Souci, llegada de éste acompañado de su burro cargado de trigo. Escenas muy cómicas

8 y 9. LA CASUCHA DE MADRE GRANDE, llegada del Lobo, éste entra y se ve el interior de la casucha, hermoso efecto de maquinaria teatral

10. EL CUARTO DE MADRE GRANDE, esta está en cama, el Lobo salta a la cama y éste se la come y se viste de su camisa y gorra de dormir, muy cómica

11 y 12. LLEGADA DE LA CAPERUZA, escenas entre el Lobo y la Caperuza, llegan los amigos pasteleros y corren al Lobo y lo persiguen

13. LAS GARGANTAS ROCALLOSAS y el torrente, soberbio cuadro pintoresco, muerte del Lobo por el Guardamonte. Varias escenas muy interesantes

14. LA VUELTA A LA ALDEA, grandiosos festejos, desfile de las principales autoridades de la Aldea y el cortejo cómico del Lobo, etc., etc.

15 y 16. GRANDIOSO APOTEOSIS, la Caperuza en actitud de San Miguel aplastando el dragón y ensarta al Lobo y final salida de un grupo del suelo, grandioso efecto.”(31)       

Para la función del jueves 24 se anuncian varias vistas nacionales en los titulares: “Los charros mexicanos”, “General Porfirio Díaz” y “Los reservistas de Toluca”. Otra vista es incluida en el programa estelar “La pasión del redentor del mundo”, que será exhibida “por última vez”. Durante la última semana de marzo de 1899, Mongrand y Toscano exhiben en su local de 5 de mayo número 9, bajos del Hotel Gillow en la Ciudad de México una versión americana de esta última vista filmada en Nueva York y producida por Richard G. Hollaman, por lo que es lógico considerar que es la misma que se proyecta en Toluca.(32) El tema de la vida y obra de Jesucristo fue muy socorrido y se filmaron varias versiones, entre las que destacan las realizadas por la Societé Lumière, la de Alice Guy para León Gaumont, la de la casa Pathé que incluso hizo un par.(33) Completa el programa estelar “La Cenicienta”, qué sin duda es la que filma Méliès con el título “Cendrillon” en 1899. Mongrand la publicita como una “grandiosa vista de magia en 20 cuadros tomada de la gran féerie del Teatro Chatelet, de París, de muchas transformaciones, iluminada, de grandiosos efectos; fue el mayor de los éxitos en París durante la Exposición.”

Aparte de las vistas mencionadas en los titulares se exhiben varias otras vistas mexicanas en esa función: “ROSARIO SOLER, La Patita ex tiple del Teatro Principal de México”, “LUISA Y CARLOS OBREGON artistas del Teatro Principal”, “La Bella Cholita, Serpentina Mexicana”, “DESFILE DEL 7o BATALLON de infantería Mexicana”, “Caballería en el Cerro de Guadalupe, Puebla” y “Ejercicios por los alumnos en el Colegio Militar, Castillo de Chapultepec.”

Para la función del domingo 27, las vistas estelares son todas de “gran duración”, “La Caperuza colorada”, “La Cenicienta” y “La guerra china.” Se proyecta también la vista nacional “Una boda interrumpida en Santa Anita, México”, obra mencionada párrafos arriba.

Durante la celebración del día de muertos Mongrand ofrece funciones los tres primeros días de noviembre, situación anómala para la forma en que había espaciado las funciones, por lo que el viernes 1, sábado 2 y domingo 3 hay cine en Toluca.

Para la función del viernes llama la atención la vista filmada por Carlos Mongrand “Entusiasta Recepción en la Estación del Ferrocarril Nacional, al Sr. Gobernador del Estado José V. Villada de regreso de su viaje á los Estados Unidos del Norte, el 25 de Octubre de 1901.” Al igual que con los reservistas de Toluca filmada el 22 de septiembre en esta ocasión filma al gobernador del estado. Ya cuestioné la vista titulada “Llegando el tren a Toluca”, pues creo que representa la visita del Gral. Díaz a Toluca, como ya argumenté en el capítulo anterior, o en su defecto corresponde a la llegada del Gral. Villada. Es bastante lógico concluir que esa vista, de la cual sólo poseemos un fotograma donde se percibe una locomotora llena de adornos y banderines entrando a una estación atiborrada de gente y un camarógrafo en primer plano, sea la filmada por Mongrand.

“El diablo predicando en un convento ó sea el triunfo de San Miguel sobre Satanás”, obra de Georges Méliès creada en 1899 y exhibida por Mongrand y Toscano en Real de Catorce y San Luis Potosí durante diciembre del mismo año debe ser la misma que se proyecta en Toluca en la función de noviembre de 1901. Por ser día festivo se dieron “¡2 grandiosas funciones! Por la tarde a las 4 y 45. Por la noche a las 8 y 45. El mismo programa tarde y noche.” Completan el programa las vistas de varios cuadros “D. Juan Tenorio”, “Juana de Arco” e “Historia de un crimen.”

La “positiva y penúltima función”, además de única, fue el sábado 2 “a las 8 y 45 de la noche” y para “beneficio al público. Señoras, señoritas y niñas ¡gratis! siempre que vayan acompañadas de un varón, tienen derecho a entrar a palcos primeros, segundos o galería.” Las vistas estelares fueron la llegada del Gral. Villada, el Gral. Díaz, “La Caperuza colorada” y “D. Juan Tenorio.”

El último día de exhibición en Toluca fue el lunes 3 y reviste una gran diferencia con todas las anteriores pues agrega una cuarta parte de vistas. Así que en lugar de proyectar alrededor de 30 vistas como era común, se exhibieron más de 40 por cada una de las dos funciones, por la tarde a las 4:45 y por la noche a las 8:45. El programa incluye la mayoría de las vistas de gran duración: “La guerra china”, “El redentor del mundo. Nuestro señor Jesucristo”, “Don Juan Tenorio”, “Historia de un crimen”, “La Cenicienta”,  “La Caperuza colorada” y “Juana de Arco.”

Que el público de Toluca haya tenido la oportunidad de deleitarse con vistas realizadas por directores pioneros responsables de comenzar a darle coherencia al lenguaje cinematográfico, nos indica que el público toluqueño fue educado cinematográficamente de manera inconsciente viendo obras de primera calidad. También es obvio que los creadores y actores de las vistas no revestían interés alguno para el espectador, y eran las vistas mismas, las que motivaban al público, siendo irrelevante  todo lo demás. Tardaría algún tiempo para que el espectador comenzara a comprender el star system y entender la cinematografía como una forma de arte, el séptimo arte.

Si bien el año 1901 fue prolijo en exhibiciones cinematográficas no deja de ser curioso que el más representativo de los pioneros cinematográficos haya visitado Toluca: Carlos Mongrand. No sólo exhibió numerosas vistas mexicanas, sino también capto al toluqueño promedio al realizar filmaciones in situ. Tanto “Los reservistas de Toluca” como “La llegada del Gral. Villada” son muestra de la importancia que para él revestía plasmar eventos locales, que a la postre le beneficiaban comercialmente, pues el público acudía a verse en pantalla. Desafortunadamente no existe rastro alguno de estos dos documentos iconográficos, pues nos aportarían interesantes datos sobre el Toluca porfiriano. La película utilizada en la filmación de las dos vistas fue mandada a la Ciudad de México para su revelado y devuelta al cabo de pocos días, ya que lo filmado el 22 de septiembre se exhibió el 5 de octubre y el material del 25 de ese mismo mes se proyecta el primero de noviembre.

Durante el año se exhibieron en Toluca más de 230 vistas de las cuales 36 son mexicanas, sin embargo fueron muchas más, ya que no poseemos la información referente a la programación que se exhibió en su totalidad. Antonio Pimentel, con el cineógrafo Edison, dio funciones durante noviembre de ese año. Guillermo Becerril dio una función el 8 de diciembre, pues existe la exención de impuestos municipales, sin que se mencione el lugar de la exhibición. Tampoco es creíble que sólo un día tuviera función; lo común era presentar varias, por lo que debió presentarse varios días. Carlos Mongrand regresó a Toluca para dar exhibiciones los últimos días de diciembre y enero de 1902, usando la intermediación de un gestor Alfonso Labat y Prado. Es muy probable, si sumamos las vistas de las funciones de las cuales no poseemos información, que la cantidad exhibida en la ciudad durante 1901 raye en las cuatrocientas.

1902, El año de los hermanos Becerril

El primer día del año Carlos Mongrand presentó funciones en el Teatro Principal de Toluca con un programa que incluye una curiosa vista titulada “Llegada de un tren á la estación de Toluca”, la cual muy bien puede ser la que él mismo filmó durante su visita otoñal a la ciudad: “Entusiasta Recepción en la Estación del Ferrocarril Nacional, al Sr. Gobernador del Estado José V. Villada de regreso de su viaje á los Estados Unidos del Norte, el 25 de Octubre de 1901.” No entiendo la lógica de cambiar el título de la vista, pues promover la llegada del gobernador es más redituable que solamente filmar la llegada algún tren. La única explicación que encuentro es que cambiando el título, el público pensaría que era una vista distinta a la anterior o tal vez fue editada la vista del Gral. Villada para hacer una versión más popular.

Mongrand comienza sus funciones invernales desde el 26 de diciembre del año anterior mediante las gestiones que realiza Alfonso Labat y Prado, y para el 1º de enero “la empresa desea un feliz año nuevo á los habitantes de esta ciudad” dedicando la función a los niños:

“¡Función de tarde dedicada a los niños! Los niños hasta de 10 años de edad GRATIS, siempre que sean acompañados de una persona mayor, podrá entrar uno, sin pagar.”(34)

La primera parte del programa está compuesta por vistas de corridas de toros de manufactura nacional como Corrida en la Plaza de Tacubaya, México”; “Corrida por Fuentes en la Plaza México» y “Banderillas por Minuto, Plaza México.» Otras vistas locales que se incluyen en el programa son “Terrible percance á un enamorado en el cementerio de Dolores, México”; “Una boda interrumpida en Santa Anita, México”; “Charros mexicanos lazando caballos”; “Charros domando caballos”; “Charros bañando caballos”; “Charros bailando el jarabe tapatío en la Hacienda de Atequiza (Jalisco)” y la ya mencionada “Llegada de un tren á la estación de Toluca.” Está también la vista “Titirilina, célebre bailarina del siglo pasado” que yo considero de manufactura nacional.

Las vistas compuestas por varios cuadros que se proyectaron en esa función de año nuevo fueron “La guerra del Transvaal” y “La caperuza colorada.” Para su visita navideña Mongrand no trajo nada nuevo que no haya sido proyectado durante su última visita durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 1901.

No existe documento posterior que me permita afirmar que Mongrand se quedó en Toluca más tiempo, pero teniendo el día de Reyes “a la vuelta de la esquina” me extrañaría que el empresario no hubiese previsto, dado su fino olfato empresarial, que dicha fiesta acarrearía beneficios económicos.

El año en cuestión, aunque más parco en películas exhibidas que el anterior, no deja de tener interesantes y curiosos casos. El total de vistas exhibidas es menor al año anterior, sin embargo se proyectan más vistas filmadas en México, gracias a los hermanos Becerril. En 1901 se proyectan en Toluca 237 vistas de las cuales 36 son nacionales, en 1902 la relación fue de 165 a 50.

Los hermanos Becerril son asiduos visitantes de Toluca. Durante la segunda quincena de julio se presentan con su carpa en la plazuela del Carmen dentro del marco de las fiestas a la virgen del mismo nombre. Los recibos emitidos, algunos a nombre de Guillermo Becerril y otros a nombre de Becerril hermanos, muestran que pagaron a la Administración de Rentas Municipales de Toluca por concepto de “diversiones públicas” un peso y treinta centavos por contribución federal por cada dos días de función. Por derechos de exhibición durante doce días pagaron un total de siete pesos con 80 centavos. La primera función se da el 15 de julio y la última el 28 del mismo mes. El único día en que no hubo función fue el martes 21. Desafortunadamente no poseemos información alguna respecto a las películas exhibidas, sin embargo lo más probable es que fueran en su mayoría las mismas vistas que presentaron en el Teatro Principal tres meses después durante octubre.

Para septiembre regresan con su carpa, pero en esta ocasión para levantarla en la Merced. Curioso resulta que los recibos de la administración de rentas local incluyeran a títeres que adicionalmente al cinematógrafo se presentan. Los días  23 y 24 de septiembre pagan la Administración de Rentas Municipales de Toluca la cantidad de 65 centavos, 50 por impuesto a diversiones públicas y 15 como contribución federal.

El último recibo está a nombre de Bonifacio Flores y se expide el día 26, pero es para cubrir los impuestos de la exhibición de títeres y cinematógrafo del día 24. Considero dos explicaciones para la duplicidad del pago de ese día; la primera es que el Bonifacio Flores, es un empleado de los hermanos Becerril y por equivocación suya o del burócrata del ayuntamiento se duplica el pago de ese día; otra es, aunque bastante más remota, que este individuo hubiese sido competidor de los hermanos Becerril, pero lo dudo.

Para octubre se presentan en el Teatro Principal de la ciudad de Toluca con un programa donde las vistas nacionales tienen un destacado lugar. Pero antes de entrar en detalles sobre las funciones hay un detalle curioso, que nos muestra lo novedoso de los adelantes tecnológicos y la falta de conocimiento de ellos por parte de muchas personas, pues confundían el fonógrafo con el cinematógrafo. Se tiene que hacer una corrección a la licencia, pues se otorga para “la exhibición de un fonógrafo.” En un comunicado interno al jefe político de este distrito se hace notar en un oficio fechado el 10 de octubre que existe un error cometido en uno anterior, fechado el 8 del mismo mes y con número 3579. Este oficio es la exención de impuestos por “las exhibiciones de fonógrafo que verifique en el Teatro Principal de esta Ciudad, el C. Guillermo Becerril, que regentea dicha diversión.”(35)

Guillermo Becerril firma un oficio dirigido al ayuntamiento el 15 de octubre para presentar en el Teatro Principal de esta ciudad “una serie de funciones de cinematógrafo, teniendo lugar la primera el 16 del actual siguiendo otras hasta el 2 de Noviembre próximo.” Resulta curioso que los documentos donde se corrige el tipo de diversión pública que se exhibirá tengan fechas anteriores. Las correcciones datan del 8 y 10 de octubre, sin embargo la licencia se pide y otorga el mismo día, el 15. Así mismo el documento donde se exime del pago de impuestos municipales esta fechado el 10.

El dato que hace a los hermanos Becerril descollar es que logran exhibir en tan sólo  cinco días más vistas mexicanas que los empresarios Augusto Delamare y Carlos Mongrand, quienes ofrecen funciones durante diecinueve durante 1901. Esta disparidad se explica por las casas matrices que proporcionan las vistas, siendo que cada empresario tiene vistas únicas que no maneja ningún competidor; a la vez que existen vistas del dominio público, pues todos estos pioneros las exhiben indiscriminadamente. Pero lo que más hace disímbola la oferta de vistas es que los hermanos Becerril  constantemente filman en las ciudades donde dan funciones.

Los Becerril toman vistas de todas partes a las que van. En sus programas exhiben vistas filmadas en Mazatlán, Tepic, San Blas, la Ciudad de México, Oaxaca, Jalisco, Colima, Guaymas, Puebla, Veracruz y Manzanillo. No sabemos a ciencia cierta si todas las vistas nacionales exhibidas en Toluca fueron filmadas por ellos, no obstante varias de ellas son fácilmente identificables. Caso concreto las cuatro vistas de charros — Charros bailando el jarabe tapatío en la Hacienda de Atequiza (Jalisco), Charros bañando caballos, Charros domando caballos y Charros mexicanos lazando caballos — que todos los empresarios  exhiben y son de la autoría de Gabriel Veyre y fueron filmadas en 1896. Otras más, donde destacan las vistas de la Catedral metropolitana, el Centro Mercantil y la plaza de armas con algunas otras, son de la autoría de Salvador Toscano. Sin embargo del  resto de ellas, la gran mayoría deben haber sido filmadas por ellos.

Resulta interesante que varias vistas incluyan la fecha exacta de la filmación, pero eso nos permite ubicar geográficamente bien a los probables “cinematografistas” y tratar de seguir sus pasos en esos interminables periplos por todo el territorio nacional. Por las fechas de algunas vistas, lo Becerril estaban de gira por Sinaloa a inicios de febrero, pues filman eventos militares y el Carnaval y algunas otras vistas del puerto. Para mayo los ubicamos en San Blas, Nayarit filmando una competencia de regatas. Para octubre sabemos bien que están en Toluca desde mediados del mes hasta los primeros días de noviembre.

A su llegada a Toluca los hermanos deciden filmar un par de eventos que destacan por su importancia local. El 15 de octubre se inaugura la Exposición de Toluca con la presencia del Gobernador del Estado y el Ministro de Fomento; y el 22 las maniobras militares ejecutados por los alumnos de la escuela correccional. Tenemos el dato de que ambas vistas se proyectaron el domingo 26. Es curioso que para las funciones del 30 de octubre no se hayan exhibido estas vistas. La licencia que se expide es para dar funciones entre el 16 de octubre y el 2 de noviembre, por lo que es altamente probable que también se hubiesen efectuado funciones los días primero y segundo de noviembre, por ser feriados, sin embargo me fue imposible encontrar los carteles correspondientes a ese mes.

Pero vayamos con calma y sigamos un orden cronológico. La primera función de los hermanos Becerril se escenifica el jueves 16 en el Teatro Principal y privilegia en el cartel respectivo a figuras políticas muy bien identificadas, la Reina Victoria y Porfirio Díaz e inmediatamente después dos vistas de hechura propia, el Carnaval de Mazatlán y un desfile militar en el mismo puerto. Exhiben dos vistas más de ciudad, una que muestra la salida de fieles de la parroquia y una segunda del Puerto Viejo de Mazatlán, sin que sean mencionadas en los títulos superiores escritos con letras mucho más grandes y llamativas. El programa se completa con “La Cenicienta” de Georges Méliès, vista de gran duración, como se denominaban a aquellas obras que se componían de varios cuadros.

                               Continuando con su costumbre de incluir varias vistas nacionales, el domingo 19, el programa, de corte bélico destacando la “Guerra naval en el Puerto de Taku” y la “Guerra del Transvaal” como las atracciones más interesantes, muestra vistas tomadas en San Blas, la Ciudad de México y Mazatlán. Tanto los hermanos Becerril como Carlos Mongrand tenían los mismos precios para las funciones y eran los siguientes:

«Luneta, $0.50; Plateas con 6 entradas, $3.00; Palcos primeros, $0.30; Palcos segundos, $0.20; Números de segundos, $0.05; Galería, $0.15.»(36)

Pero es la función del domingo 26 la que tiene más importancia para los espectadores locales, pues se proyectan las dos vistas filmadas días antes: “INAUGURACION DE LA EXPOSICION DE TOLUCA. El Sr. Gobernador del Estado acompañado del Sr. Ministro de Fomento entrando á la Exposición el 15 de octubre de 1902” y “MANIOBRAS MILITARES por los alumnos de la Escuela Correccional, de esta Ciudad [Toluca], tomada el 22 de octubre de 1902. Ejercicios de esgrima, ejercicios al marrazo y gran desfile.” Las funciones de los hermanos Becerril privilegian sobre cualquier otro empresario las vistas filmadas por ellos mismos. En el anexo referente al año 1902 se listan todas las vistas mexicanas y resulta, que sin tener la certeza, muy probable un alto porcentaje de ellas debió haber sido filmado por ellos mismos. Aunque existe una licencia para dar exhibiciones hasta el 2 de noviembre no existe cartel de esa función, si es que la hubo. Por ser día de fiesta, dudo mucho que no hubiese dado la función, como argumento párrafos arriba.

1904, el año de Enrique Rosas

El año 1903 es francamente nulo en cuanto a información y documentos, pues sólo encontré dos: uno de un tal Pedro León que paga $ 6.00 de impuestos al ayuntamiento por diez días de exhibición de cinematógrafo. Desafortunadamente no se menciona el lugar, pero ya los hermanos Becerril pagaron la misma cantidad por unas exhibiciones en el Teatro Principal por lo cual deduzco que las funciones fueron en el mismo inmueble.

El segundo documento fechado el 14 de octubre y dirigido al C. Jefe Político es bastante curioso y dice:

“Esta Presidencia Municipal concedió al Sr. Arturo Zarco del Valle representante de la casa fabrica de cigarros el “Buen Tono” permiso para exhibir un cinematógrafo anunciador en los altos de la casa tienda del Sr. Temiño.”(37)

La fábrica de cigarros de “El Buen Tono” y su relación con el cine mudo como anunciante fue fructífera y constante. La compañía se anunció asiduamente en los cines de la época, ya fuera en las marquesinas o en los programas de mano y carteles.

El evento cinematográfico del año fue sin duda la presencia de Enrique Rosas asociado con Pedro Servín, quienes dieron funciones en el Teatro Principal desde el 10 de julio hasta el 25 de agosto proyectando alrededor de 470 vistas, cantidad muy superior a lo proyectado en los dos años anteriores de los que tenemos filmografía, 1901 y 1902, sin embargo sólo se exhiben seis vistas nacionales:

  1. Aeronauta el célebre Joaquín de la Cantolla y Rico
  2. General Porfirio Díaz acompañado de sus ministros, el
  3. General Porfirio Díaz paseando á caballo, el
  4. Salida de un vapor en el Puerto de Veracruz
  5. Vapor saliendo de la bahía de Tampico
  6. Los elefantes amaestrados del Circo Orrin

Enrique Rosas es un caso excepcional de empresario itinerante, pues terminó siendo productor, junto con Mimí Derba en la Azteca Film durante la segunda década del siglo pasado. En sus inicios tuvo bastantes problemas como lo demuestra la siguiente crónica:

“En 1900 Enrique Rosas y su empleado Palemón Bablot, se queman el rostro y las manos cuando intencionalmente incendian su carpa en Pachuca. Encarcelado y sin atención médica, su madre y un generoso lugareño lo ayudan; adquiere un nuevo equipo y renta un saloncito en México, el Cine Zaragoza. Con las utilidades reinicia en 1903 sus excursiones por la provincia.”(38)

A diferencia de otros empresarios, Rosas cambia el programa de la tarde y de la noche ofreciendo vistas diferentes en cada función. Otros empresarios dan el mismo programa cuando hay doble función. Se anuncia como el “Biógrafo Estereopticón Lumiere- Pathé” promoviéndose como “el único que no produce oxilaciones y que en nada molesta la vista del espectador.”

Es el único, que imprime en el reverso de los programas de mano la historia que se verá en pantalla para mejor entendimiento del espectador. Así sucede con los programas de mano de los días 10, 19, 21, 24, 28 de julio. Las reseñas impresas en los reversos de los programas de mano explican con lujo de detalle lo que se ve en la pantalla. Las reseñas de “La vida de un jugador”, “Alí—Babá y los 40 ladrones”, “Las aventuras de Robinson Crusoe”, “María Antonieta” y “Don Quijote de la Mancha” están incluidas en las reseñas para aquellos lectores más interesados en profundizar en el tema.

Los precios de éste empresario, por ofrecer más vistas por función, son más altos que lo que se venía cobrando normalmente:

«Plateas con seis entradas, $4.50; luneta y butacas, $0.75; proscenios de primeros; $3.00; entrada eventual á primeros, $0.50; proscenios de segundos, $1.50; entrada á segundos, $0.25; número de segundos, $0.06; entrada á galería, $0.15»(39)

Pedro Servín, el empresario que administra el Teatro Principal y socio de Rosas pide licencia el 23 de julio para iniciar el 24 una serie de funciones de cinematógrafo, sin embargo desde el 10 de ese mes ya se dan funciones. Probablemente las licencias las pedían conforme el negocio iba siendo redituable. La licencia en cuestión se otorgó el mismo día en que se pidió. Según Enrique Rosas, ciudad a la que llegaban filmaban escenas de la población local a la salida de misa de doce los domingo por lo que “aquello ponía en conmoción á todos los vecinos, quienes, llegado el momento, se apretujaban por aparecer en primer término ante el objetivo, haciendo mil gestos y visajes. Sobra decir que la noche del estreno todos los acotes improvisados acudían al cine en masa, para verse en la película. Y no era poco el entusiasmo que invadía á todos cuando lograban reconocerse ó reconocer á sus amigos y parientes en la pantalla.”(40) Resulta incongruente lo expresado por el empresario con lo acontecido en Toluca, pues durante los dos meses que duró su estancia no filmó vista local alguna, pues de haberlo hecho las hubiera exhibido durante las funciones del Principal, no obstante su aporte a la filmografía silente mexicana es invaluable por la cantidad de vistas que ofrece al público toluqueño.

Para terminar el año visita la ciudad la dupla empresarial compuesta por Salvador Toscano y Román J. Barreiro en combinación con el Sr. Pedro Servín, quienes dan los días 4, 11 y 12 de diciembre funciones en el Teatro Principal siendo la última función, del lunes 12 publicitada con grandes ofertas

“CINEMATOGRAFO LUMIERE. Notable rebaja de precios en ambas funciones. Gran función popular. ¡A MITAD DE PRECIOS! 25 CENTAVOS LUNETA. 8 CENTAVOS GALERIA. Preciosas vistas. ¡GRAN NOVEDAD!”

No hay indicios que indiquen que entre los domingos 4 y 11 de diciembre de 1904 se hayan dado más funciones, efectuándose la última el día de la virgen de Guadalupe. La última fuente primaria que encontré perteneciente a la década 1896-1905 es el pedimento de licencia para dar una “serie de representaciones de vistas de cinematógrafo en el Teatro Principal a partir de la noche de mañana 1º de enero de 1906.” El documento firmado por un tal Carlos L. Solórzano está fechado el 31 de diciembre de 1905.

               

 

NOTAS

1. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1905-1911. 1899: ¡A los barrios y a la provincia!, Juan Pablos Editor y Voyeur, México, 2007, pp. 87-91

2. Leal, Juan Felipe, Eduardo Barraza y Carlos Flores, El arcón de las vistas: cartelera del cine en México 1896-1910, Coordinación de Humanidades de la UNAM, México, 1994, p. 30

3. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

4.  Ibidem.

5. Ibidem.

6. Ibidem.

7. Almoina, Helena, Notas para la historia del cine en México,  vol. 1, México, Filmoteca de la UNAM, (Col. Documentos de la Filmoteca, 1), 1980, pp. 23

8. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

9. Ibidem.

10. Reyes, Aurelio, de los, “La música en el cine mudo”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, México, UNAM-IEE, Núm. 51

11. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

12. Ibidem.

13. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 3, 1897: Los primeros exhibidores y camarógrafos nacionales, México, Eón-Voyeur, 2003, p.58

14. Reyes, Aurelio, de los, Cine y sociedad en México, 1896-1930. Vivir de sueños. Volúmen I (1896-1920), México, UNAM-IIE, 1983, p.39

15. Miquel, Ángel, Salvador Toscano, Universidad de Guadalajara, Universidad Veracruzana, Gobierno del Estado de Puebla y la Dirección General de Actividades Cinematográficas, UNAM, México, pp. 13-20

16. ídem., p. 100

17. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1905-1911. 1895: El cine antes del cine, Juan Pablos Editor y Voyeur, México, 2007, p. 16, pie de foto

18. Ídem., p. 15

19. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

20. Ibidem.

21. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1905-1911. 1895: El cine antes del cine, Juan Pablos Editor y Voyeur, México, 2007, pp. 79-84; Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 3, 1897: Los primeros exhibidores y camarógrafos nacionales, México, Eón-Voyeur, 2003, pp. 117-126

22. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

23. Ibidem.

24. Ibidem.

25. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1895-1911. Vol. 3, 1897: Los primeros exhibidores y camarógrafos nacionales, México, Eón-Voyeur, 2003, p117-126

26. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

27. Aurelio de los Reyes da como fecha de su primera exhibición por Carlos Mongrand junio de 1903 en la Ciudad de México, sin embargo para octubre de 1901 ya la estaba exhibiendo en Toluca. Reyes, Aurelio, de los, Filmografía del cine mudo mexicano, 1896-1920, Filmoteca UNAM, Colección filmografía nacional 5, 1986, p. 27

28. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1892-1902”, sección 4, caja 5.

29. Ibidem.

30. Ibidem.

31. Ibidem.

32. Leal, Juan Felipe y Eduardo Barraza, Anales del cine en México, 1905-1911. 1899: ¡A los barrios y a la provincia!, Juan Pablos Editor y Voyeur, México, 2007, p. 146

33. Leal, Juan Felipe y Carlos Arturo Flores, Cartelera del cine en México, 1903, Juan Pablos Editor y Voyeur, México, 2007, pp. 61-66

34. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1903-1908”, sección 4, caja 6.

35. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1903-1908”, sección 4, caja 6.

36. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1903-1908”, sección 4, caja 6.

37. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1903-1908”, sección 4, caja 6.

38. Ciuk, Perla, Diccionario de directores del cine mexicano, México, CONACULTA y Cineteca Nacional, 2000, p. 534

39. Archivo Histórico Municipal de Toluca (AHMT), ramo “diversiones públicas, 1903-1908”, sección 4, caja 6.

40. Leal, Juan Felipe, Eduardo Barraza y Alejandra Jablonska, Vistas que no se ven: Filmografía mexicana, 1896-1910, México, Coordinación de Humanidades de la UNAM, 1993, p. 16

Introducción cine mudo en Toluca 1896-1905

Introducción

El presente ensayo, génesis de una investigación en curso que abarcará, si es posible hasta 1930, obedece a mi interés por la historiografía cinematográfica mexicana, en especial la etapa muda del fenómeno. Estudiar e investigar los inicios del cine en México, del que fue iniciador Aurelio de los Reyes y continuaron ese interés Leal, Barraza, el periodista Sánchez García, Dávalos, Miquel, Barbachano, y González Casanova, así como otros varios historiadores locales, que amparados e influenciados por la microhistoria Gonzaliana han desmenuzado madejas documentales en archivos locales; polvosos, desordenados y mal clasificados, pero siempre ricos en información para el ojo acucioso del investigador.

Es a partir de la publicación de los estudios pioneros de Gabriel Ramírez, El cine yucateco; de Julia Tuñón, Historia de un sueño. El Hollywood tapatío y el perteneciente a Guillermo Vaidovits, El cine mudo en Guadalajara, que la microhistoria cinematográfica toma carta de naturalización dentro de la historiografía nacional. Por mucho tiempo se contempló al cine nacional como una industria con sede en la capital de la república, sin embargo a partir de los años noventa los estudios locales comienzan a tomar auge: Cine Tropical. Notas para una historia del cine en Mazatlán, 1897-1926 de Marco Antonio Lugo, Esplendor y ocaso de las salas de cine en Sinaloa de Jorge Briones Franco, El cine mudo en Chihuahua de Alma Montemayor y cierra el estudio regional de Norma Iglesias, Entre yerba, plomo y polvo. Lo fronterizo visto por el cine mexicano. Más reciente es La mirada desenterrada. Juárez y El Paso vistas por el cine (1896-1916) de Willivaldo Delgadillo y Maribel Limongi.

Dentro de la tradición historiografía que instauró don Luis González y González con su clásico Pueblo en vilo, Eduardo de la Vega Alfaro compiló una serie de ensayos de microhistoria cinematográfica regional que abarcan toda la geografía del país. Como resultado del I Coloquio de Historia del Cine Regional en México que se llevó a cabo en Guadalajara se publicó Microhistorias del cine en México. De interés local es la investigación incluida en el libro anterior que tiene como tema de estudio nuestro estado y de la autoría de Cuitláhuac Martín Gómez Salinas, De la pantalla a la vida cotidiana: exhibición cinematográfica en Tenango del Valle, Estado de México (1927-1989). Basado más en entrevistas personales que en material hemerográfico o bibliográfica logra una bien estructurada lectura de lo que el cine significó para los habitantes de esa ciudad y cómo modeló muchas de sus actividades, aunado a la memoria histórica que les construyó.

Por lo que respecta a otros estudios previos que privilegien el cine como fuente de estudio histórico en el Estado de México existen dos breves ensayos aparecidos en Castálida, revista del Instituto Mexiquense de Cultura, uno en 2005 titulado Actividades en el Cine Coliseo Revolución, 1939-1949 escrito por José Alfredo Germán Islas y el otro de Alfonso Sánchez Arteche Llega el cine a Toluca en 1994. La investigación histórica enfocada al fenómeno cinematográfico en el Estado de México, en especial al período mudo, es una veta virgen que necesita de historiadores que escarben en los archivos e interpreten los documentos para enriquecer el acervo histórico de Toluca y, por ende, el del Estado de México.

Este trabajo, primer esbozo al cine silente exhibido y filmado en Toluca consta de dos partes que escudriñan en la década inicial del fenómeno, de 1896 a 1905. Para entonces el cinematógrafo ya se ha afincado entre las diversiones públicas y deja de ser visto como un mero aparato tecnológico de efímera vida. En la ciudad de México comienzan a proliferan establecimientos exclusivos para mostrar vistas. El cinematógrafo como aparato deja lugar al cinematógrafo como lugar al que se asiste para presenciar un espectáculo de vistas. Tardaría todavía un poco para que el término fuera utilizado para referirse a lo que el espectador ve en la pantalla.

El presente trabajo esta basado mayormente en los documentos y fuentes primarias, principalmente carteles y programas de mano, que se conservan en el Archivo Histórico Municipal de Toluca, cuyo director el Lic. Jesús Preza y su equipo fueron de invaluable ayuda para acceder a la información, aún bajo las precarias condiciones en que laboran. La cantidad de carteles y programas de mano accesibles al estudioso es diverso e incluye varias centenas de ellos. Los hay de ópera, circo, corridas de toros, conciertos, títeres, variedades y novedades europeas, hipnotismo y prestidigitación, zarzuelas, acróbatas y, claro, del cinematógrafo. La riqueza de información que se puede sacar sabiendo leer los carteles y folletos de mano fue la base del presente trabajo, que es una simple historia cronológica de la primera década en que se conoció el cine. Basado en licencias, exenciones de impuesto, correcciones a oficios, pagos de impuesto, carteles, programas de mano y algunas notas periodísticas armé lo más posible del rompecabezas lineal para ubicar a los empresarios pioneros y transhumantes que exhibieron vistas en Toluca; las autoridades locales que autorizaban y cobraban impuestos por exhibición; las publicaciones periódicas y su visión del fenómeno, y lo más importante: las casi 900 vistas exhibidas durante la década.

Sin embargo serán los carteles la herramienta que mejor ayuden al historiador. Éstos son de papel sumamente delgado y barato y es sorprendente que, aún arrumbados en un sótano, han resistido más de un siglo de indolencia histórica por parte de nuestras altas autoridades municipales. En la parte superior, como en un periódico, el título de la función, donde se mencionan las vistas más importantes o más rentables con una tipografía bastante más grande que aquella utilizada para la lista de vistas que se exhibían en cada función. Normalmente se dividía el programa en tres partes, aunque hay un par de excepciones, e iniciaban con una obertura por la orquesta, interviniendo ésta dos veces más durante los intermedios. El promedio de vistas por función varía entre treinta y cincuenta. Fue comparando las vistas exhibidas que logré compilar cerca de 900 vistas, que si bien en algunos casos por los títulos disímbolos no me permiten adivinar si son la misma.

Las limitaciones que imponen el tiempo y los recursos, inexistentes, me impidieron ahondar en el tema, sin embargo este primer atisbo, como bien el título de la investigación menciona, es más una invitación a otros historiadores para que profundicen y aporten puntos de vista enriquecedores de la historiografía cinematográfica mexicana.

El Centro de Documentación del Gobierno del Estado de México cuenta entre su acervo con una colección completa de las Gacetas de Gobierno, única publicación periódica en Toluca durante esos años de la cual tenemos ejemplares. Varias publicaciones locales de principios del siglo XX no dejaron huella palpable de su existencia ya que no hay ejemplares en las hemerotecas o archivos. Han desaparecido y sólo quedan en el recuerdo o mencionadas al azahar en la misma Gaceta de Gobierno: El Clarín, La Guirnalda, El Atalaya o El Gladiador. La Gaceta amablemente agradecía a los editores de estas revistas los ejemplares enviados y gracias a ello es que conocemos de su existencia, probablemente muy efímera.

La primera parte abarca el primer lustro, 1896 a 1900. Antes de entrar de lleno al cine silente en Toluca se hace una somera reseña de la llegada del cinematógrafo a México. La información local que abarca esos años es sumamente limitada y existen lagunas inmensas en lo que a datos se refiere. Sin embargo varios empresarios visitan Toluca para dar a conocer el nuevo invento. Inicia el pionero Lorenzo Trujillo Marín quien exhibe la Exposición Imperial de vistas fijas y el cinematógrafo. Eduardo Hervet quien exhibe el cinematógrafo en el Teatro Principal y terminar con Román J. Barreiro que visita Toluca en 1899 y los hermanos Becerril que están en aquí durante el último año del siglo XIX con su carpa que colocan en la plazuela del Carmen.

La segunda parte está dedicada al lustro que va de 1901 a 1905. Augusto Delamare y su empresa se presentan durante mayo de 1901. Es también el año de Carlos Mongrand, pues el empresario exhibe funciones de cinematógrafo desde septiembre hasta noviembre en el Teatro Principal, mostrando sus dotes empresariales al organizar de forma rigurosa las presentaciones e incluye obras de Méliès y Zecca en su programación. Se exhiben cerca de 250 vistas de las cuales casi 40 son nacionales. El auge de la Exposición de París 1900, hace de las vistas de este evento plato fuerte en muchas funciones. Recién terminaba la exposición y múltiples vistas de ella se habían filmado y comercializado. Varias de ellas se proyectaron en Toluca.

Para 1902, año donde los hermanos Becerril exhiben la mayor cantidad de vistas mexicanas. Si bien la totalidad fue menor al año anterior en cuanto a vistas totales, por lo que se refiere a las nacionales se incrementó sustancialmente. Son la variedad de vistas lo que enriquece su filmografía, de por sí, bastante extensa para la época.

Salvo el año de 1904 donde descollan los nombres de Enrique Rosas, Salvador Toscano y Pedro Servín, caso muy especial este último, pues como empresario administra el Teatro Principal de Toluca, por lo cual acostumbra asociarse con los artistas que se presentan en él y así sucede con las funciones del cinematógrafo dadas por Enrique Rosas y Salvador Toscano.

En la Categoría encontrarás Carteles y ahí esta la  información completa y desglosada de los carteles y programas de mano de donde se desprende lo siguiente:

  • FECHA:
  • CIUDAD:
  • LUGAR:
  • EMPRESARIO:
  • PRECIOS:
  • IMPRESOR DEL CARTEL:
  • TÍTULO DE LA FUNCIÓN:
  • PROGRAMA PRIMERA PARTE:                 
  • PROGRAMA SEGUNDA PARTE:               
  • PROGRAMA TERCERA PARTE:                  
  • HORARIO:
  • NOTA:
  • PUBLICIDAD:
  • FUENTE:

Algunos carteles incluyen reseñas de las vistas, sobre todo aquellas compuestas por varios cuadros y de “gran duración.” He respetado la ortografía de la época, así como los nombres utilizados en los títulos. Existen vistas de infinidad de castillos, iglesias, parques, lagos o plazas en cuyos nombres también he respetado la ortografía utilizada por los empresarios. Los tipografía utilizada en los carteles usa indiscriminadamente mayúsculas y minúsculas, más por un afán de atraer la atención del posible espectador. Aún así, son comunes los errores de impresión y no se diga, la forma de escribir nombres geográficos europeos.

Existen listas anuales de las vistas exhibidas en Toluca, así como las extensas reseñas de las vistas más largas que eran impresas en el reverso de los programas de mano, pero que conservaban el tamaño de un cartel.

Toluca, ciudad que al inicio del siglo XX no rebasaba los 25 mil habitantes fue visitada por varios de los grandes pioneros de la cinematografía nacional: Carlos Mongrand, los hermanos Becerril, Enrique Rosas y Salvador Toscano seguidos por algunos empresarios casi desconocidos como Eduardo Hervet, Augusto Delamare o Lorenzo Trujillo Marín. No me queda más que invitarlos a adentrarse en un mundo, que no por haber desaparecido, deja de ser fascinante: el cine silente o mudo.

Toluca de Lerdo, México, septiembre/noviembre de 2008