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Los Fonógrafos Edison en México a inicios del siglo XX

La filial mexicana inició operaciones en febrero de 1906 y de ello la revista corporativa de Edison publicó un breve texto en The Edison Phonograph Monthly (Vol. IV, No. 1) de marzo de 1906 donde menciona a los inversionistas de Nueva Jersey y la cantidad: 25 mil dólares como inversión principal.

Para 1907 se nombra gerente de la oficina mexicana a Rafael Cabañas como se informa en The Edison Phonograph Monthly de marzo de 1907 (Vol. V, No. 1, p. 4)  en el artículo las nuevas oficinas para la filial mexicana.

Según una nota de The Talking Machine World (Vol. IV, No. 5, p. 313) publicada el 15 de mayo de 1908, la Compañía Edison abrió un estudio de grabación temporal en México en Santa Clara # 20 1/2. Los responsables fueron G. J. Werner y Frederick C. Burt.

La Mexican National Phonograph Co. filial de los Fonógrafos Edison tuvo sus oficinas principales en la ciudad de México originalmente en 5 de Mayo # 67 para posteriormente alquilar un edificio entero para ello en Av. Oriente # 117. Hecho que habla por sí solo de la importancia que la industria tuvo en el país. En el artículo reproducido a continuación se promueven los fonógrafos y discos, en especial una línea de música mexicana. También se promueven los kinetoscopios y película virgen. El texto y la fotografía fueron publicados en The Edison Phonograph Monthly (Vol. VII, No. 11, p. 12) de noviembre de 1909.

National Branch Companies

The Mexican National Phonograph Co. was incorporated in New York State last month. It will do business in Mexico, with headquarters at Calle Prolongación del Cinco de Mayo, 67-77, Mexico City. It capital stock is $25,000 and its incorporators are William E. Gilmore, Alphonse Westee and John F. Randolph, all of Orange, N.J.

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New Quarters for Mexico City Branch

On account of its rapidly increasing business, our Mexican Company, located in Mexico City, has found it necessary to procure much larger accommodations, to successfully handle its trade in the Republic of Mexico. We have, for several years, enjoyed a large Mexican business, and, until the early part of last year, this was handled by our Foreign Department at Union Square, New York. Believing, however, that a much larger trade could be secured by direct representation, and following out the policy of extending our business in foreign territory, a company was organized (the Mexican National Phonograph Company), and Rafael Cabañas was appointed Manager. Immediately this company was organized, quarters which were thought ample to meet their requirements were secured at Calle Prolongación del Cinco de Mayo, 67-77 Mexico, D. F.

After the lapse of a few months, however, it was realized that the accommodations at the address above given were inadequate to care for their constantly increasing trade, and the matter of securing larger and more commodious quarters was given careful attention. A thorough canvass of the City of Mexico resulted in our people securing the greater part of a large building on one of the main thoroughfares of the city, No. 117 Avenida Oriente. The several floors will be utilized for office, exhibition, stock, packing and shipping rooms, and with this increased space, our Mexican Company will be enabled to carry a much larger stock, and more successfully meet the requirements of their constantly growing trade.

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Make Edison Records in Mexico

A temporary recording plant of the Edison Phonograph Co. has been opened at Santa Clara No. 20 1/2 for the making of the new Mexican records. Records will be made from masters of the leading singers and brass bands of the republic. Up to the present time fifteen new selections have been made. The work will be continued for the next three months, during which time the company will secure the best talent of Mexico for the making of its models. G. J. Werner, assisted by Frederick C. Burt, of the New York recording plant, are in charge of the work in Mexico.

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Our Mexican Office

Below we show a cut of our Mexican office, which is situated on the Avenida Oriente, 117, Mexico City, Mexico.

The Edison Phonograh Monthly (Vol. VII, No. 11, Nov. 1909, p. 12)
The Edison Phonograh Monthly (Vol. VII, No. 11, Nov. 1909, p. 12)

Prior to the organization of our Mexican Company, all our business in the Republic of Mexico was handled direct from the New York office; but as our trade increased, we found it necessary to organize the Mexican National Phonograph Co. in order to meet conditions as existing and more thoroughly exploit our products there. The company was organized in January, 1906, and immediately established at the premises Prolongacion del Cinco de Mayo, 77, Mexico City, at which time we occupied only a part of this building; but realizing we were much handicapped for want of room, the entire building shown above was leased in December of 1906. The entire building is now occupied by our Mexican Company, with the exception of the first floor, the general offices being situated on the second floor, and the third and fourth floors used for storing stock.

They carry a full supply of our several types of Phonographs, together with a large stock of both foreign and domestic Records, besides a stock of special Mexican Records. They also carry a full line of Projecting Kinetoscopes, Films, Batteries and Numbering Machines manufactured by the Edison Companies here at Orange.

In order to meet the large demand for Mexican Records made by native talent, we have been sending our recording experts to Mexico City for the past three years, and have already issued 444 Standard and 41 Amberol Records of this kind. These have already been placed on the market and we still have several hundred selections, both Standard and Amberol, which we shall issue monthly.

Mr. George M. Nisbett, formerly manager of our Chicago office, now has charge of the Mexican Company; and under his management we expect the season of 1909-1910 will be a recordbreaker, as the prospects for doing a large business in Mexican territory were never brighter than at present.

1896: Y nos llegó el cinematógrafo. La Calle de abril 24, 2012

Es 1896 y México tiene poco más de catorce millones de habitantes y la ciudad capital no pasa del medio millón. Xochimilco, Mixcoac, Coyoacán y demás poblaciones aledañas a la capital no son más que pequeños pueblos polvorientos; Tacubaya es la excepción, pues es el lugar donde las familias acomodadas han construido sus casas de campo. Porfirio Díaz está más que afianzado en el poder y Felipe Berriozábal es el ministro de Guerra y Marina. El canal de la Viga es el afluente fluvial más transitado del valle de México y lugar por el que llegan las frutas, legumbres y demás bienes al centro de la ciudad: La Merced y Jamaica los mercados principales. La calles más emblemáticas de la ciudad son Plateros, La Profesa y San Fernando hoy conocidas como Avenida Madero. La casa de los azulejos es el Jockey Club y la Casa Bocker la más grande y surtida ferretería del país.

Es el año de la llegada del cine a México. En agosto de ese año se anuncia en la prensa capitalina la presentación de dos aparatos ópticos que en las postrimerías del siglo XIX iban a iniciar la globalización, característica actual de nuestras sociedades. El cinematógrafo de los hermanos Augusto y Luis Lumière proveniente de Francia y el vitascopio del inventor norteamericano Thomas Edison son los dos aparatos que competirán en la incipiente industria cinematográfica.

El teatro-circo Orrin (circa 1900)

Los representantes de los hermanos Lumière, Fedinand Bon Bernard y Gabriel Veyre, quienes habían llegado al país a fines de julio después de un viaje de cinco días por tren desde Nueva York, le alquilaron al General Berriozábal el entrepiso de la segunda Calle de Plateros No. 9 arriba de la Droguería Plateros (hoy llamada avenida Madero existe un Vips), para la primera exhibición pública del nuevo invento. Se celebró el 14 de agosto de 1896 con el siguiente programa: El sombrero cómico, Los Campos Elíseos en París, Bañadores en el mar, Llegada del tren, La pesca del bebé, Disgusto de niños, El acuario, Campesinos quemando yerbas, La pesca de las sardinas, El fotógrafo, El embajador de Francia en el coronamiento del Czar en Moscú, Montañas rusas. Recordemos que las vistas o tomas de la época no medían más de 150 pies y duraban entre 40 y 60 segundos.

Mientras que el cinematógrafo Lumière se proyectaba a pocos metros del zócalo, en el Teatro-Circo Orrin de la plazuela de Villamil (hoy se encuentra allí el Teatro Blanquita) se instalaron los emisarios de Edison con su vitascopio. Ya Edison en 1895 nos había enviado el kinetoscopio, que no es más que una caja con una mirilla por donde individualmente se disfrutaban las vistas. Algunas de ellas se habían adaptado al vitascopio. Entre tomas de Newark y Nueva York, las dos vistas que más impresionaron al público fueron la de los “obreros herreros” filmada en 1894 (Blacksmith Scene) y “la serpentina” (Annabelle Serpentine Dance), ambas filmadas en el “Black Maria”, nombre con que se conoció el estudio que Edison construyó en West Orange, New Jersey. La serpentina causó asombro, pues fue coloreada fotograma por fotograma.

Como se podrá constatar la competencia comercial entre franceses y norteamericanos fue cotidiana durante los inicios del cine. Quien más ganaba era el espectador ya que podía admirar vistas europeas y americanas y como no existían problemas lingüísticos que impidieran entenderlas todo mundo las admiraba. La próxima semana hablaré de las primeras vistas mexicanas.

Ya en la anterior entrega mencioné que en esta segunda parte hablaría de las primeras vistas mexicanas, entendiendo por mexicanas, que son filmadas en México y con personajes nacionales. A su llegada a México los enviados por los hermanos Lumière no dudaron en acercarse al Gral. Porfirio Díaz y éste tuvo el buen tino de entender la importancia y trascendencia que el cinematógrafo representaba.

Tarjeta de presentación de Gabriel Veyre

Los enviados de los Lumière, Gabriel Veyre y Ferdinand Bon Bernard, filmaron varias escenas en México a pocos días de haber llegado. Las primeras vistas mexicanas son: Exercice à la baïonêtte (Alumnos de Chapultepec con la esgrima del fusil), Marché indien sur le canal de la Viga (El canal de la Viga), Scène aux bains Pane (Escena en los baños Pane), Le Géneral Díaz et sa famille en promenade (Un grupo en movimiento del general Díaz y algunas personas de su familia), Le Président en promenade (El señor Presidente de la República paseando a caballo en el bosque de Chapultepec). Las primeras cuatro vistas se proyectaron en el Castillo de Chapultepec el 23 de agosto de 1896 y la última el 27 del mismo mes en el mismo lugar. Los títulos originales están tomados del catálogo Lumière por lo que están en Francés. Junto con estas vistas nacionales se proyectaron otras filmadas en Europa para complementar el programa. Es obvio que filmar personajes públicos redituaba, a la par que permitió a Veyre y Bon Bernard acercarse a personajes que les iban a abrir puertas para su negocio. También es notorio que la vista del canal de la Viga se titule “mercado indiano” pues era la forma de mostrar aspectos folklóricos y desconocidos para el público europeo y americano. La sesión cinematográfica donde se difundieron por primera vez las vistas mexicanas es el despegue para a partir de allí se comience a filmar escenas cotidianas de la vida mexicana.

La primera película rodada en suelo mexicano, pero nunca exhibida en México, fue filmada por Enoch Rector, socio de la Kinetoscope Exhibition Company, quien durante febrero de 1896 filmó una corrida de toros en la plaza de San Pablo de Ciudad Juárez. Le siguieron Bullfight (Corrida de toros)  y Drill of the Engineer Corps (Desfile de un grupo de maquinistas) filmadas en la ciudad de México durante marzo de 1896 por Gray Latham y Eugène Lauste.

Durante este año se filman 39 vistas en nuestro país según Juan Felipe Leal en su libro Anales del cine en México, 1895-1991, 1896: El vitascopio y el cinematógrafo en México y de ellas once tienen al Presidente Díaz como personaje central. El Gral. Díaz entrando o saliendo del Castillo de Chapultepec, caminando o en carruaje, sólo o con sus ministros. Otros personajes públicos, el gobernador de Palacio, Carmen Romero Rubio de Díaz o los literatos más conocidos de México son filmados y posteriormente las vistas mostradas en el Castillo de Chapultepec o en los Bajos del Hotel de la Gran Sociedad en la Calle del Espíritu Santo núm. 4 en la Ciudad de México, lugar a donde se muda el cinematógrafo después de permanecer en la Calle de Plateros por un par de meses.

Guadalajara es la segunda ciudad del país que recibe el nuevo invento y además Veyre y Bon Bernard  filman en Atequiza, Jalisco varias vistas folklóricas entre las que destacan Lassage d’un boeuf sauvage (Lazamiento de un buey salvaje), Lassage d’un cheval sauvage (Lazamiento de un caballo), Danse Mexicaine (Danza mexicana)  las cuales son proyectadas el 12 de noviembre de 1896 en el Liceo de varones en Guadalajara.

Estudiantes, campesinos, vaqueros, la comunidad española, corridas de toros, peleas de gallos, grupos indígenas, escenas costumbristas y sitios de interés completan las vistas que en aquel lejano 1896 se filmaron y proyectaron en México. La importancia del cinematógrafo quedó patente al ser el Presidente Díaz, como actor involuntario, y el Castillo de Chapultepec, acondicionado como sala de cine, el personaje y el sitio de difusión del nuevo invento.

 

El fonógrafo y las primeras grabaciones sonoras en México

Es incuestionable la importancia que tuvo el fonógrafo a finales del siglo XIX y principios del XX, amén de tener una historia paralela al cinematógrafo. Recordemos que Thomas A. Edison diseñó tanto el fonógrafo como el kinetoscopio, antecesor del cinematógrafo. El siguiente video del INAHTV nos remite a los inicios de este aparato parlante.

En el siguiente video se recrean las primeras grabaciones sonoras hechas en el país a fines del siglo XIX. Destaca entre ellas una con la voz de Porfirio Díaz.

Wash Day in Mexico de Edison

Wash day in Mexico” / Thomas A. Edison, Inc.; producer, James White. February 24, 1898

En la parte superior del blog  hay tres fotogramas que dan la bienvenida al potencial lector o investigador, así como al simple curioso, y han despertado cierto interés entre los asiduos. Por ello es necesario explicar lo que son y de donde vienen. Sin embargo creo mejor transcribir la información sobre esta curiosa vista tal como aparece en el tomo 3 de los Anales del cine en México, 1895-1991 (pp. 223-224) de la autoría de Juan Felipe Leal, Carlos Arturo Flores y EduardoBarraza:

Fecha de revelado de los negativos: 24 de febrero de 1898. Lugar de filmación: Estado de Durango.

Frente a cada mujer con la cabeza sin cubrir hay una piedra plana que sirve como tablero de lavado. Hay una corriente de agua al lado. Un niño mexicano desnudo juega en el primer plano.(1) 

Una cámara fija muestra un grupo de aproximadamente 20 mujeres que lavan ropa a la vera de un riachuelo, en lo que semeja un centro comunitario para tal labor. La película se dedica en su totalidad a esas mujeres.(2)

Se observa un puente al fondo y a una mujer a la derecha, de pie, que mira a las demás.

El filme constaba de un rollo de 25 pies de longitud.

La vista no dura más de 50 segundos, sin embargo el análisis que se ha hecho de ésta y todas las vistas del cine primitivo trata de explicar el nuevo lenguaje que se va creando. Al tratar de explicar las imágenes en movimiento — motion pictures se les llama en inglés —  la nueva sintaxis que la iconográfica requería era una nueva forma de leer. A diferencia de la fotografía estática.

En 1897 se filmaron en México para el vitascopio las películas que enlistamos a continuación, y que hoy guarda en sus acervos la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.

  • Wash Day in Mexico
  • Train Hour in Durango, Mexico
  • Las Vigas (sic) Canal, Mexico City
  • Market Scene, City of Mexico
  • Mexican Fishing Scene
  • Mexican Rurales Charge
  • Repairing Streets in Mexico
  • Sunday Morning in Mexico
  • Surface Transit in Mexico
  • Bull Fight No. 1
  • Bull Fight No. 2
  • Bull Fight No. 3
  • Mexican Street Scene
  • Cattle Leaving the Corral

Para Charles Musser, en su obra Before the Nickelodeon. Edwin S. Porter and the Edison Manufaturing Company,  (Oxford, Inglaterra, University of California Press, 1991, p. 109),  la fecha de producción de estas películas se sitúa entre mediados de octubre y mediados de diciembre de 1897. En ‘escritores invitados’ hay una liga al libro mencionado.

(1)  Complete Catalogue. Edison Films. Edison Manufacturing Company, julio de 1901.

(2)  Niver, Kemp R., Early Motion Picture. The Paper Print Collection in the Library of Congress, Washington, Library of Congress, 1985, p. 354

El cine antes del cine

El cine como lo conocemos fue inventado por los hermanos Lumière en 1895 y llegó a  nuestro país a través de sus representantes al año siguiente, para quedarse para siempre. Pero hubo antecedentes que de alguna manera  dejaron huella en nuestros bisabuelos en la forma en que miraban el cine. No olvidemos que en su infancia el cinematógrafo no se lo conocía como tal; el común denominador era “vistas”. Para las películas de no más de dos minutos de duración y que rara vez tenían un guión el apelativo era bastante acertado, pues la mayor parte de las vistas estaban compuestas por tomas panorámicas de distantes tierras o escenarios exóticos, según se podía leer en los carteles donde se anunciaban los visionarios empresarios que vieron en el invento un gran negocio.

El más antiguo antecedente de lo que hoy conocemos como cine son las sombras chinescas, o sea agrandar mediante una vela la sombra que produce nuestro cuerpo sobre un lienzo, tal y como lo hacemos al jugar con nuestras manos imitando animales. De allí saltamos a la linterna mágica, aparato que proyecta imágenes estáticas, sigue el kinetoscopio y terminemos con el vitascopio, aparato que proyecta fotografías en movimiento. De allí lo que todavía en inglés es sinónimo de movie, motion pictures.

Edison's kinetoscope
Kinetoscopio de Edison

Según Juan Felipe Leal en sus Anales del cine en México (tomo I) considera el inicio del cine en México, 1895 con la llegada del kinetoscopio, invento del norteamericano Thomas Alva, al igual que el vitascopio. Este aparato similar en muchas formas al cinematógrafo antecedió la forma de comercializar y difundir esta clase de espectáculo. Fue pionera en el negocio del entretenimiento cinematográfico. Se alquilaban locales específicamente para llenarlos de  kinetoscopios, en Estados Unidos este tipo de negocios se les llamada nickel odeón, pues costaba 5 centavos observar por una mirilla las escenas, siempre no mayores a 2 minutos. El aparato era bastante voluminoso y el observador se mantenía de pie y se inclinaba hacia la mirilla para quedar en un ángulo de 45 grados. Algunas de las máquinas eran tragamonedas. Las limitaciones que tenía este aparato en relación al cinematógrafo es que no se podía proyectar las imágenes sobre un lienzo y no era posible que un grupo numeroso de personas pudieran verlas simultáneamente.

Un precursor de la idea que hoy tenemos del cine fue el ya célebre fotógrafo inglés Eadweard Muybridge, quien inició a Edison en las cuestiones sobre óptica al presentarle el zoopraxiscopio, aparato que no era otra cosa que una sucesión de cámaras en serie que tomaban una fotografía cada segundo. Es como cuando vemos en el margen de un libro los dibujos que conforme hojeamos rápidamente las páginas percibimos que se mueven. Utilizando este método es que Muybridge ayudo al millonario Leland Stanford a ganar una apuesta consistente en saber si un caballo de carreras mantiene en el aire las cuatro patas o no. Hoy sabemos que así es, pero en 1878 eran otros tiempos. Según cuenta la leyenda, la apuesta era de 25 mil dólares, aunque Muybridge le cobró 40 mil. Bueno, es anécdota o leyenda.

Pero ya desde un año anterior al arribo a México de los enviados de los Lumière, Gabriel Veyre y Ferdinand Bon Bernard, el kinetoscopio de Edison era parte de la gama de productos que ofertaba el negocio del entretenimiento, como el teatro de carpa y el circo. Al perecer el siglo XIX  que son los inicios de las tandas cinematográficas, éstas estaban acompañadas con cantantes, bailarinas, payasos o magos, pues el incipiente y recién parido espectáculo del cinematógrafo todavía requería varios años más para afincarse definitivamente en el inconsciente colectivo.