Es 1896 y México tiene poco más de catorce millones de habitantes y la ciudad capital no pasa del medio millón. Xochimilco, Mixcoac, Coyoacán y demás poblaciones aledañas a la capital no son más que pequeños pueblos polvorientos; Tacubaya es la excepción, pues es el lugar donde las familias acomodadas han construido sus casas de campo. Porfirio Díaz está más que afianzado en el poder y Felipe Berriozábal es el ministro de Guerra y Marina. El canal de la Viga es el afluente fluvial más transitado del valle de México y lugar por el que llegan las frutas, legumbres y demás bienes al centro de la ciudad: La Merced y Jamaica los mercados principales. La calles más emblemáticas de la ciudad son Plateros, La Profesa y San Fernando hoy conocidas como Avenida Madero. La casa de los azulejos es el Jockey Club y la Casa Bocker la más grande y surtida ferretería del país.
Es el año de la llegada del cine a México. En agosto de ese año se anuncia en la prensa capitalina la presentación de dos aparatos ópticos que en las postrimerías del siglo XIX iban a iniciar la globalización, característica actual de nuestras sociedades. El cinematógrafo de los hermanos Augusto y Luis Lumière proveniente de Francia y el vitascopio del inventor norteamericano Thomas Edison son los dos aparatos que competirán en la incipiente industria cinematográfica.
Los representantes de los hermanos Lumière, Fedinand Bon Bernard y Gabriel Veyre, quienes habían llegado al país a fines de julio después de un viaje de cinco días por tren desde Nueva York, le alquilaron al General Berriozábal el entrepiso de la segunda Calle de Plateros No. 9 arriba de la Droguería Plateros (hoy llamada avenida Madero existe un Vips), para la primera exhibición pública del nuevo invento. Se celebró el 14 de agosto de 1896 con el siguiente programa: El sombrero cómico, Los Campos Elíseos en París, Bañadores en el mar, Llegada del tren, La pesca del bebé, Disgusto de niños, El acuario, Campesinos quemando yerbas, La pesca de las sardinas, El fotógrafo, El embajador de Francia en el coronamiento del Czar en Moscú, Montañas rusas. Recordemos que las vistas o tomas de la época no medían más de 150 pies y duraban entre 40 y 60 segundos.
Mientras que el cinematógrafo Lumière se proyectaba a pocos metros del zócalo, en el Teatro-Circo Orrin de la plazuela de Villamil (hoy se encuentra allí el Teatro Blanquita) se instalaron los emisarios de Edison con su vitascopio. Ya Edison en 1895 nos había enviado el kinetoscopio, que no es más que una caja con una mirilla por donde individualmente se disfrutaban las vistas. Algunas de ellas se habían adaptado al vitascopio. Entre tomas de Newark y Nueva York, las dos vistas que más impresionaron al público fueron la de los “obreros herreros” filmada en 1894 (Blacksmith Scene) y “la serpentina” (Annabelle Serpentine Dance), ambas filmadas en el “Black Maria”, nombre con que se conoció el estudio que Edison construyó en West Orange, New Jersey. La serpentina causó asombro, pues fue coloreada fotograma por fotograma.
Como se podrá constatar la competencia comercial entre franceses y norteamericanos fue cotidiana durante los inicios del cine. Quien más ganaba era el espectador ya que podía admirar vistas europeas y americanas y como no existían problemas lingüísticos que impidieran entenderlas todo mundo las admiraba. La próxima semana hablaré de las primeras vistas mexicanas.
Ya en la anterior entrega mencioné que en esta segunda parte hablaría de las primeras vistas mexicanas, entendiendo por mexicanas, que son filmadas en México y con personajes nacionales. A su llegada a México los enviados por los hermanos Lumière no dudaron en acercarse al Gral. Porfirio Díaz y éste tuvo el buen tino de entender la importancia y trascendencia que el cinematógrafo representaba.
Los enviados de los Lumière, Gabriel Veyre y Ferdinand Bon Bernard, filmaron varias escenas en México a pocos días de haber llegado. Las primeras vistas mexicanas son: Exercice à la baïonêtte (Alumnos de Chapultepec con la esgrima del fusil), Marché indien sur le canal de la Viga (El canal de la Viga), Scène aux bains Pane (Escena en los baños Pane), Le Géneral Díaz et sa famille en promenade (Un grupo en movimiento del general Díaz y algunas personas de su familia), Le Président en promenade (El señor Presidente de la República paseando a caballo en el bosque de Chapultepec). Las primeras cuatro vistas se proyectaron en el Castillo de Chapultepec el 23 de agosto de 1896 y la última el 27 del mismo mes en el mismo lugar. Los títulos originales están tomados del catálogo Lumière por lo que están en Francés. Junto con estas vistas nacionales se proyectaron otras filmadas en Europa para complementar el programa. Es obvio que filmar personajes públicos redituaba, a la par que permitió a Veyre y Bon Bernard acercarse a personajes que les iban a abrir puertas para su negocio. También es notorio que la vista del canal de la Viga se titule “mercado indiano” pues era la forma de mostrar aspectos folklóricos y desconocidos para el público europeo y americano. La sesión cinematográfica donde se difundieron por primera vez las vistas mexicanas es el despegue para a partir de allí se comience a filmar escenas cotidianas de la vida mexicana.
La primera película rodada en suelo mexicano, pero nunca exhibida en México, fue filmada por Enoch Rector, socio de la Kinetoscope Exhibition Company, quien durante febrero de 1896 filmó una corrida de toros en la plaza de San Pablo de Ciudad Juárez. Le siguieron Bullfight (Corrida de toros) y Drill of the Engineer Corps (Desfile de un grupo de maquinistas) filmadas en la ciudad de México durante marzo de 1896 por Gray Latham y Eugène Lauste.
Durante este año se filman 39 vistas en nuestro país según Juan Felipe Leal en su libro Anales del cine en México, 1895-1991, 1896: El vitascopio y el cinematógrafo en México y de ellas once tienen al Presidente Díaz como personaje central. El Gral. Díaz entrando o saliendo del Castillo de Chapultepec, caminando o en carruaje, sólo o con sus ministros. Otros personajes públicos, el gobernador de Palacio, Carmen Romero Rubio de Díaz o los literatos más conocidos de México son filmados y posteriormente las vistas mostradas en el Castillo de Chapultepec o en los Bajos del Hotel de la Gran Sociedad en la Calle del Espíritu Santo núm. 4 en la Ciudad de México, lugar a donde se muda el cinematógrafo después de permanecer en la Calle de Plateros por un par de meses.
Guadalajara es la segunda ciudad del país que recibe el nuevo invento y además Veyre y Bon Bernard filman en Atequiza, Jalisco varias vistas folklóricas entre las que destacan Lassage d’un boeuf sauvage (Lazamiento de un buey salvaje), Lassage d’un cheval sauvage (Lazamiento de un caballo), Danse Mexicaine (Danza mexicana) las cuales son proyectadas el 12 de noviembre de 1896 en el Liceo de varones en Guadalajara.
Estudiantes, campesinos, vaqueros, la comunidad española, corridas de toros, peleas de gallos, grupos indígenas, escenas costumbristas y sitios de interés completan las vistas que en aquel lejano 1896 se filmaron y proyectaron en México. La importancia del cinematógrafo quedó patente al ser el Presidente Díaz, como actor involuntario, y el Castillo de Chapultepec, acondicionado como sala de cine, el personaje y el sitio de difusión del nuevo invento.