Héctor Puyo, en nota aparecida en el diario digital Télam (28/09/2011), da cuenta de la proyección del filme mudo mexicano El tren fantasma en el Festival de Biarritz:
México es uno de los países, junto con la Argentina, que más presencia tiene en la edición número 20 del Festival Biarritz Amérique Latine, que se desarrolla en esta ciudad del sudoeste de Francia.
Mientras se realizan homenajes al Festival de Mar del Plata, representado por su presidente José Martínez Suárez, al titular del Jurado, Ricardo Darín, y a Daniel Burman, México tiene como embajadores al cineasta Arturo Ripstein, a una orquesta de mariachis, al filme mudo El tren fantasma y a tres profesionales de la lucha libre sumamente populares en su país.
Ripstein llegó a intentar probar suerte en la competencia de largometrajes, desde San Sebastián, donde compitió sin buen resultado con el ultramelodrama Las razones del corazón, acompañado por su esposa y guionista habitual, Paz Alicia Garcíadiego, y los intérpretes Arcelia Ramírez, Vladimir Cruz y Pilar Padilla.
La música estuvo representada en primera instancia por el Internacional Mariachi Juvenil Culiacán, grupo de once instrumentistas que alegraron la inauguración del Festival y amenizaron la cena posterior con que Jean-Marie Dupont, Marc Bonduel – presidente y delegado del encuentro, respectivamente – agasajaron a los visitantes.
Sin embargo, el acontecimiento del día – además de las localidades agotadas para ver Carancho, de Pablo Trapero, con el solicitado Darín – fue la proyección de El tren fantasma, de Gabriel García Moreno, un filme de 1927, con música compuesta y dirigida por el vasco Joël Mérah, ejecutada en vivo por la Orchestre Régional Bayonne Costa Basca.
El largometraje fue rescatado por la Universidad Nacional Autónoma de México y recompuesto sobre la base de viejas copias de nitrato e incluso fotografías, ya que parte de él se ha perdido, y muestra la candidez del cine de una época, con galanes de pinta gardeliana y habilidades al estilo de Douglas Fairbanks.
Todo es muy elemental y trata sobre un maquinista de ferrocarril que comanda un grupo de asaltantes y al mismo tiempo disputa una volátil jovencita a un investigador de irregularidades en los trenes, pero la experiencia de escuchar lo compuesto por Mérah es inolvidable.
El grupo está compuesto por 12 músicos de formación académica, que a pesar de la lejanía geográfica y cultural logran captar y transmitir ese ambiente cerril de campo abierto, pasiones desatadas y malos malísimos, con increíbles planos fotográficos y actuaciones que emulan al cine de Hollywood.